Nacido en los años 80, el ciberpunk parecía un género destinado a vivir rápido y morir joven. Muchos incluso lo dieron por muerto en los 90 y a principios del siglo XXI ya se hablaba de él como de los dinosaurios en los libros de historia, salvo quizás algunos estertores ocasionales en la pantalla. Pero los nuevos sucesores de William Gibson son como los muertos vivientes: persistentes e ignorantes de su supuesta defunción.
Es fácil comprobar lo que digo, al fin y al cabo vivimos en una época que cada vez más necesita juntar lo cibernético —la fusión de tecnología y humanidad— con lo punk —la rabia contra un mundo que no nos gusta y nos oprime— en un canto de libertad que, pese a los años, no ha cambiado tanto. Además, ahora tenemos muchas más versiones de ese punk primigenio, más alternativas para sentirnos libres, individuales y especiales. El mundo no tiene por qué ser tan oscuro, tan cutre o tan sucio, pero estamos todos de acuerdo en que el mundo sombrío y distópico que vimos en Blade Runner (la original) está más cerca que antes. Quizás no sea la Tyrell Corporation la que domine el mundo, pero Amazon está cerca de lograrlo. Quizás el tono edulcorado de la voz de Scarlett Johansson en Her nos despiste, pero no deja de ser una Inteligencia Artificial jugando con los sentimientos de un ser humano al que pilla con el paso cambiado, pensando todavía que la máquina estaba para servir al hombre. No son jinetes del ciberespacio de Conde Cero, de Gibson, pero… ¿quién los necesita después de ver cómo en Matrix las maquinas usan a los seres humanos como pilas de combustible?.
El ciberpunk ha sobrevivido incluso a sus primos bastardos, el steampunk y el biopunk, precisamente porque quizás lo punk no es lo relevante, sino la parte ciber. Aquello que habla de la fusión del alma humana y la máquina; todo lo demás es estética vacía y, como ocurre con las modas, tras unos años cae a nuestros pies una muda de serpiente gastada e inútil mientras nos probamos otra monería.
La Inteligencia Artificial está cada vez más presente, ya no es un tema de ficción sino que se cuela en los diarios generalistas. No nos engañemos, el ciberpunk siempre trató de todo esto y de cómo aquel que posee la tecnología posee el poder. Durante un tiempo, en los 80, los postmodernistas se volvieron un locos intentando decapar las estructuras de poder y jugando con aquel nuevo juguete llamado ciberpunk, pero lo cierto es que no hacen falta estructuras si tienes el poder absoluto sobre la vida y los recursos infinitos de una corporación. Las semillas de las primeras flores de neón del ciberpunk de los 80 siguen floreciendo casi cuarenta años después, especialmente en cine y televisión: Black Mirror, Altered Carbon, Westworld, Almost Human, Being human, Real Humans (Äkta Människor), Incorporated o Phillip K. Dick electric dreams. De hecho, al menos la mitad de las series de ciencia ficción de hoy incorporan suficientes elementos ciberpunk para ser consideradas como tales.
El cine no se queda atrás. Después del aluvión de cine de los 90, en esta segunda década del siglo XXI tenemos grandes películas como Chappie, Elysium, Dredd (2012) o Blade Runner 2049 y me dejo unas cuantas, para no hacerles publicidad de más.
Pronto, muy pronto, un nuevo videojuego golpeará de nuevo las consolas: Cyberpunk 2077. No es el primer videojuego del género, ya hemos tenido muchos: Deus Ex, Anachronox, Syndicate, Observer y mi favorito (a ver si alguien adivina por qué): Remember me.
Quizás nos preguntemos porqué el ciberpunk en todas estas obras se sigue pareciendo al que se asomó a nuestras retinas en los años 80. Quizás es que no ha necesitado cambiar, sigue conectando con nosotros porque el mundo se parece cada vez más al que vivimos ahora. El género surgió como una respuesta rebelde a un mundo donde el gobierno corporativo cada vez tenía mas poder y la Inteligencia Artificial y los ordenadores ofrecían una nueva forma de dominación global. Y aquí seguimos.
La única mujer dentro del círculo de fundadores del ciberpunk, Pat Cadigan, nos advertía en su novela Synners del peligro de las fake news en el juego democrático de las elecciones de una nación. Ahora lo estamos sufriendo. No solo fue Gibson, muchos otros autores, como Neal Stephenson, advertían del poder de las corporaciones y la tecnología para cambiar los poderes y la sociedad. Quizás Bezos o Musk sean los Virek o los Bancroft de esta era. Si no sabes de qué diablos te hablo quizás deberías leer algunos libros que se escribieron hace cuatro décadas y que cada día se hacen más actuales.
Por eso el ciberpunk no ha muerto, porque ya está aquí.
BIBLIOGRAFÍA CIBERPUNK RECOMENDADA
Quemando cromo (William Gibson)
Neuromante (William Gibson)
Synners (Pat Cadigan)
Snow Crash (Neal Stephenson)
The Ghost in the Shell (Masamune Shirow)
Akira (Otomo)
Metrophage (Richard Kadrey)
Transmetropolitan (Warren Ellis)
Altered Carbon (Richard Morgan)
Ready Player One (Cline)
ENLACES RECOMENDADOS
Nicholas Avedon, un escritor ciberpunk del siglo XXI.
Ciencia ficción ciberpunk, en CabalTC.
La estética del ciberpunk, el ciberpunk más allá de la literatura, del Frente Sónico Futurista.
Cyberpunk database. Impagable base de datos llena de libros y películas.
Categoría Cyberpunk de Goodreads.
Nicholas Avedon
3 comments
Nicholas,
Soy Martin de Argentina.
Muy buen artículo. Me tiraste un montón de info que no tenía.
Te faltó nombrar como juego (yo creo que fue el 1ro) al Neuromancer.
Ya en la década del 90, lo jugábamos en la Commodore 64.
Abrazo enorme !!
Martín
Hola Martín!
¡Gracias por comentar!, ese no lo conocía. Ya me hubiera gustado tener un Commodore yo pasé del Spectrum al PC a mediados de los 90. Hay recuerdos que se han quedado perdidos en los cajones de nuestros recuerdos, pero entre todos los sacamos a flote. Larga vida al ciberpunk… y lo que queda.
Muy bueno Nicholas, toda la razón. Aun diría más, estamos en el inicio de la era ciberpunk. Estoy emprendiendo, el CiberPunk, un garito de Realidad virtual, videojuegos … streaming, multiplayer y escape rooms. Todo con estética ciberpunk. Cuando quieras venir estás invitado …
https://ciberpunk.club