¿Quién es David Orión Pena y qué le hizo empezar a escribir?
Soy un gato madrileño trans de veinticinco años que desde los doce quiere ser escritor y, en 2019 se lanzó de una vez a por ello. Con doce empecé porque quería ser como mi personaje de manga favorito, Shigure Sohma de Fruits Basket, y le cogí mucho el gusto a leer bien temprano. Pero alguien me debió de meter la idea en la cabeza de que antes que escribir hay que vivir. Y no he encontrado mi voz hasta hace poco, gracias a Clara Cortés y el apoyo de mi novio y mis amigues. Retomar la escritura y ponerme en serio con ella ha sido lo que me ha traído 2019.
Tu relato publicado en Windumanoth, Gotas, trata sobre una misteriosa entidad que visita a los humanos sin ser percibida. ¿Cómo se te ocurrió la idea? ¿Qué buscabas transmitir?
Tiene gracia, porque la idea de este personaje surgió de una discusión con mis padres. Si bien no me ha faltado apoyo, vengo de dos familias que durante el franquismo no lo pasaron mal. De esas que en ocasiones creen que ahora hay menos seguridad y lo políticamente correcto es censura. Quería explorar qué era lo que más había matado después del franquismo, qué ha heredado mi generación y qué es lo que se nutre de las heridas que aún hay expuestas, a carne viva. Y lo que salió fue Gotas. Lo que busco con el relato es poner voz a un problema de una forma diferente, más oscura y mía, que llevo viviendo toda la vida. Pero si digo algo más, creo que hago spoiler.
David Orión Pena
Quería explorar qué era lo que más había matado después del franquismo, qué ha heredado mi generación y qué es lo que se nutre de las heridas que aún hay expuestas, a carne viva.
¿Esta ha sido tu primera incursión en la literatura de género? ¿Es una excepción en tu carrera o tienes planes de seguir escribiendo fantasía, ci-fi o terror?
Es la primera vez que me he lanzado a escribir terror y tengo que admitir que me ha gustado tanto que he empezado a leer mucho más. De hecho, me he enganchado a algunos podcasts y tengo planeadas más historia a partir de Gotas. He jugado un poquito con el CiFi y quiero experimentar también con ello. Pero creo que de momento me muevo más en el terror contemporáneo y es por donde voy a moverme en el futuro.
¿Que otras obras de David Orión Pena podemos encontrar en el mercado? ¿Y en proyecto?
En el mercado tengo de momento dos poemarios en LEKTU, una incursión en un formato que, aunque disfruté mucho, creo que voy a dejar a un lado par seguir en narrativa. Pronto apareceré en una antología, Fandom Of Our Own, donde he tocado un poquito el CiFi de pasada y le he cogido ganas, pero ahora mismo estoy terminando de editar y pulir mi primera novela, #ProyectoEscalera, que es juvenil contemporánea, con mucho peso en la psicología y las relaciones personales. Tengo un proyecto algo grande del que espero poder hablar en mayo, y participo en un fanzine de Carry On (Rainbow Rowell) que sale también en 2020. En conclusión: este año saco un poco de todo, está todo metido en el horno.
Además de escritor eres psicólogo y estás especializado en temática LGTBI+. ¿Qué peso tiene esta formación en las obras que escribe David Orión Pena?
Creo que se nota en el tipo de narradores y de puntos de vista que escojo. Apenas tengo protagonistas cis heterosexuales y soy muy fan de la primera persona reflexiva e intimista. En #ProyectoEscalera, por ejemplo, trato algunos temas de Salud Mental así como de cuidados entre amigues y parejas, y siempre tengo muy en cuenta cómo puede afectar psicológicamente todo lo que pasa (o ha pasado) a los personajes. Me gusta ir más allá de los conflictos de identidad y orientación de personajes LGBT+ y meter mucha política de por medio, a medio camino entre lo visible y lo sutil.
¿Nos recomiendas un libro de género?
De fantasía os recomiendo Hijos de Sangre y Hueso, de Tomi Adeyemi, que es lo último de fantasía que he leído y me ha gustado mucho. Pero no me puedo ir sin dejaros mi saga favorita de fantasía (no la escribo pero la leo de vez en cuando). Esta es Nightrunner Series, de Lynn Flewelling. El primero es Luck in the shadows y es maravilloso.
