El 23 de abril de 2021, la plataforma Netflix estrenaba Sombra y Hueso, una nueva apuesta por el género fantástico. En esta ocasión, la plataforma nos transporta al Grishaverse, universo creado por la escritora Leigh Bardugo.
Que a Netflix le gusta apostar por la fantasía no es ningún secreto. Algunos de los grandes éxitos de la productora los ha tenido a través de los remakes llevados a cabo. Pero también gracias a la adaptación de novelas gráficas, cómics o, como ocurre en esta ocasión, al traslado de un universo literario nuevo.
Eso es exactamente Sombra y Hueso, la puerta de acceso al llamado Grishaverse, formado por una trilogía, una bilogía y varios relatos sueltos. Todos ellos obra de la afamada Leigh Bardugo, cuya obra puede encontrarse traducida al castellano gracias al sello Hidra.
¿Pero qué es esto del Grishaverse y por qué ha llamado tanto la atención del público? A continuación desvelamos las claves de la nueva apuesta de Netflix por la fantasía.
SOMBRA Y HUESO: ARGUMENTO
La historia empieza en un país empobrecido y sumido en la violencia. El reino de Ravka está en guerra desde hace décadas. Además, por culpa del llamado Hereje Negro, el país quedó divido en dos por un horrible valle de oscuridad: La Sombra. Este páramo oscuro e impenetrable divide Ravka por la mitad y solo es posible cruzarlo gracias a la magia de los grisha. Y la suerte que se tenga para evitar los horrores que lo moran.
En este hostil entorno ha crecido Alina Starkov, cartógrafa del Primer Ejército de Ravka y protagonista de Sombra y Hueso. Su vida ha sido anodina y mundana, plagada de dolor desde su temprana orfandad. Sin embargo, nunca ha estado sola. Ha crecido en compañía de Mal, un soldado rastreador y su único amigo.
Jessie Mei Li como Alina Starkov
Por ese motivo, cuando el destacamento de Mal es enviado a cruzar la Sombra para alcanzar los ricos territorios de Ravka Occidental, Alina se las ingenia para seguirlo a las entrañas de la oscuridad. Lo que la joven no espera es que en el interior de la Sombra, su poder, dormido hace años, despertará para cambiar todo su mundo.
Alina se revela como la mítica y esperada Invocadora del Sol: una grisha capaz de llamar a la luz y poner fin a la horrible creación del Hereje Negro. En cuanto sus poderes son descubiertos, Alina es conducida ante el general Kirigan, llamado el Oscuro por su capacidad de invocar las sombras. Bajo su protección, la joven es separada de Mal y llevada al Pequeño Palacio, centro de estudio de los grisha. El objetivo: entrenarla para cumplir con su deber.
UN TONO MUCHO MÁS SOMBRÍO
Con este argumento, cualquiera pudiera pensar que nos encontramos ante la enésima historia del héroe elegido que emprende su viaje. Sin embargo, y pese a que la protagonista sí haya sido elegida, Sombra y Hueso juega bien sus cartas para convertir este manido argumento en algo mucho más interesante para el espectador.
Pese a que las novelas de Leigh Bardugo se enfocan claramente hacia el público juvenil, no lo hace así la serie, mucho más oscura que el material original. Para empezar, dotando a la protagonista de unas características que no poseé en las novelas. La Alina de Netflix no solo es la elegida, sino que también es una mestiza, hija de ravkanos y gentes de Shu Han. Eso la convierte en blanco de burlas y desprecio en un entorno que se nos revela como cruel y racista.
El Grishaverse o universo grisha es un enorme tablero inspirado en la Rúsia tzarista del siglo XIX. Por lo tanto, en él son comunes los juegos de poder, las traiciones y los conflictos geopolíticos. Y es que Ravka, debilitada por la Sombra, es el terreno ideal para que nazcan las guerras. No solo contra los habitantes de Shu Han o los norteños inquisitoriales de Fjerda, aficionados a quemar grishas. También en su interior se gestan los conflictos.
Ravka y su capital, aislada por la Sombra de los puertos del oeste, está a punto de perder el control sobre la mitad occidental de su reino. Y fuerte clamor por la independencia amenaza con convertir al viejo reino en un festín para sus enemigos, que lo acosan por todos los frentes.
La guerra permanente, las intrigas, los pactos ocultos y la afluencia de ladrones y conspiradores dotan al Grishaverse de una capa de profundidad que un enfoque más fidedigno a los libros no habría hecho posible. El cambio de tono favorece pues al universo de Bardugo y posibilita hacer de Sombra y Hueso no ya un nuevo heredero del legado de Juego de Tronos, sino un hermano digno de producciones tan aclamadas como The Witcher.
PERSONAJES MENOS PLANOS
En un entorno tan conflictivo también los personajes quedan impregnados de esta pátina de oscuridad y violencia. Todos, de la protagonista al villano, son más pragmáticos y grises. E incluso aquellos que parecen tener las mejores intenciones acaban corrompidos por esa sombra interior que todos arrastramos.
A su vez, este juego de grises permite desarrollar las relaciones entre los personajes de un modo más adulto y tal vez menos tierno que en las novelas de Bardugo. No veremos, al menos en esta primera temporada, romances tiernos e inocentes. Al contrario: nos hallaremos ante toda una galería de afectos cambiantes y dolorosos. Abandono, sacrificio… Pero también sospecha y sufrimiento cuando lo que los personajes sienten, entra en conflicto con aquello que desean. O deben hacer.
DISTINTAS HISTORIAS, MISMO UNIVERSO
Debe señalarse que la trama de Sombra y Hueso plantea varios cambios respecto al argumento presentado en las novelas. A parte de las modificaciones que ya hemos ido señalando, el cambio más destacados se produce en el modo de contar la historia.
Como sabrán los lectores, la obra de Bardugo está narrada por entero desde el punto de vista de Alina. Sin embargo, la serie nos permite jugar con la óptica de otros personajes e ir saltando entre ellos. Así, hechos que en la novela son simplemente narrados a la protagonista son vistos en pantalla por los espectadores. El acto de dividir el peso narrativo entre distintas voces permite además profundizar en la psicología de varios de ellos, haciéndolos así más cercanos y atractivos.
Gracias a esta modificación en el punto de vista narrativo, la serie ha ganado agilidad. Y además, ha permitido la incorporación de un modo natural de personajes que ni siquiera toman parte de la trilogía original. Algunos de ellos creados expresamente para la serie. Sin embargo, otros forman parte de otras novelas de la autora, como ocurre con la grisha Nina Zenik o Kazz Brekker y los Cuervos , protagonistas de la bilogía Seis de Cuervos.
Desde mi punto de vista, enlazar distintas novelas y hacerlas coincidir en la línea temporal ha sido un acierto. No solo porque ha permitido narrar la historia desde distintas ópticas, sino porque ha hecho posible explorar mucho mejor el Grishaverse. El universo creado por Bardugo es, como decíamos, el gran ganador de la nueva apuesta de Netflix.
SOMBRA Y HUESO: EL FUTURO
¿Qué nos deparará la nueva temporada? Es difícil saberlo con certeza. Los cambios realizados en la trama y la introducción de nuevos personajes abren un abanico de opciones mucho mayor que el que pudiera darnos una adaptación lineal de la trilogía. Además, aún no se han confirmado fechas para una posible continuación.
Lo que es seguro es que los fans, sean o no lectores de la trilogía, están dispuestos a esperar para ver hacia qué nuevos parajes conducen los pasos de Alina.
