Reseña: Amigo imaginario, Stephen Chbosky

by Jaume Vicent
1 comment 4 minutes read
A+A-
Reset

Stephen Chbosky reaparece veinte años después de Las ventajas de ser un marginado con Amigo imaginario. Una novela que cabalga entre la fantasía y el terror, con fuertes toques de Stephen King tanto en su estilo como en su contenido. Se trata de una novela muy extensa, muy sólida y con un par de momentos que se quedarán con el lector para siempre.

El protagonista de la historia es Christopher Reese quien, junto a su madre Kate, se mudan al pequeño pueblo de Mill Grove en Pensilvania. Los dos llegan a este pequeño lugar escapando de su pasado, en concreto huyen del novio maltratador de la madre de Christopher.

En el fondo, Christopher, creía que se mudaban a Mill Grove porque era el lugar más alejado del mundo. Una autopista llegaba y otra salía. Rodeada por árboles.

UN AMIGO IMAGINARIO, BASTANTE REALISTA

Christopher es un buen chicho, adora a su madre y tiene un corazón tierno e infantil. También es disléxico («las letras no se están quietas») y tiene problemas en el colegio. Kate tampoco lo tiene fácil, sin dinero, con muchas deudas y viviendo en un motel. Acosado por varios compañeros del colegio, una tarde mientras espera a su madre, Christopher descubre una nube con forma de rostro sonriente.

Amigo imaginario

Sin darse cuenta de lo que hace, sigue a la nube y se pierde en el bosque. Seis días después emerge y su vida cambia de repente. Dice que «el hombre amable» le acompañó y le sacó del bosque. Desde ese momento todo empieza a cambiar, ya no tiene problemas para leer y conoce la respuesta a todas las preguntas que le hacen.

Hay todo un mundo, como un espejismo, debajo de Mill Grove. Un mundo imaginario. Un mundo imaginario poblado por gente buzón, con los ojos y las bocas cerradas con cremalleras y una extraña y agresiva mujer siseante. En ese mundo imaginario vive también el hombre amable, al que solo Christopher puede ver y que le pide ayuda para salvar ambos mundos.

ENTRE DOS MUNDOS: TERROR Y FANTASÍA

Amigo imaginario tiene elementos del terror más sobrenatural de Stephen King. El hombre amable que susurra a Christopher y que le dice que construya una casita en el árbol —una casa que él y su grupo de amigos de siete años construyen con una habilidad increíble—. La forma en la que el mundo imaginario se solapa con Mill Grove y cosas terribles empiezan a suceder. La mujer siseante, terrible y poderosa. El hombre que vive dentro del hueco de un árbol muerto. La pareja que no puede dejar de besarse, devorándose el uno al otro. Los niños con las bocas cosidas.

Se transformó de repente, todo dientes y boca. Peor que la Bruja Malvada. Peor que nada de lo que había visto. A cuatro patas como un perro. O con el cuello estirado como una jirafa. Siempre siseante.

Christopher se enfrenta a los horrores del mundo imaginario. A los que duermen y sueñan, que se convierten en soldados de la mujer siseante y contra la terrible enfermedad que está convirtiendo a los habitantes de Mill Grove en asesinos.

¿CUÁNTOS SON DEMASIADOS CIERVOS MALIGNOS?

Amigo imaginario tiene pasajes que no son apropiados para leer a solas por la noche. El problema es que hay un número limitado de bebés caníbales y ciervos asesinos que un lector puede digerir sin cansarse y, tras las primeras doscientas páginas (el libro tiene ochocientas), se vuelve repetitivo.

Los personajes, tanto los niños como los adultos, están muy bien perfilados. Además, a medida que el mundo imaginario avanza sobre el real, sus personalidades y sus mentes se diluyen. El efecto está muy conseguido. El problema, una vez más, es la extensión de la obra. A medida que la historia avanza, se frena y se frena. Se hace lenta. Muy lenta.

Amigo imaginario

Stephen Chbosky. Foto: Meredith Morris.

Es innegable la influencia de Stephen King en la obra de Chbosky (el grupo de niños, el pequeño pueblo, las referencias a la cultura popular), pero al contrario que el Rey del Terror, a Chbosky le cuesta manejar tantos personajes a la vez. Tampoco se le da bien desarrollar una historia tan larga.

El punto de vista escogido por el autor puede que tampoco fuera el más adecuado. Hemos visto a King escribir desde el punto de vista de Los Perdedores en IT, pero jamás se nos ha hecho extraño o cansino. Sin embargo, el punto de vista de Christopher, un niño de siete años, se nos hace incómodo. Chbosky pretende simplificar las cosas, ponernos en la piel del niño. Nos encontramos con muchas frases simples, casi como en un telegrama: frase, punto, frase, punto. Y lo mismo sucede con las frases en párrafos sueltos, utilizadas para crear tensión, pero que terminan resultando cansinas por el abuso.

A pesar de todo esto, la novela es muy sólida. Chbosky hace un grandísimo trabajo. Está llena de referencias y de simbolismo y, si te gusta Stephen King, te encantará.

1 comment

Sara 7 noviembre 2024 - 23:19

a mi, ‘Amigo imaginario’,me facinó de principio a fin.

Aunque creo que tengo que leerlo una vez más, para hacer coherente el final con el inicio.; en específico las acciones y extención del poderío del hombre sonriente..

muy recomendado

Reply

Leave a Comment

Información básica sobre protección de datos

Responsable: Windumanoth
Finalidad: Moderación y publicación de comentarios
Legitimación: Tu consentimiento expreso.
Destinatarios: No se comunican datos a terceros
Derechos: Tiene derecho a acceder, rectificar y suprimir los datos

Acepto la política de privacidad *

Los datos proporcionados se conservarán mientras no solicite el cese de la actividad. Los datos no se cederán a terceros salvo en los casos en que exista una obligación legal. Usted tiene derecho a obtener confirmación sobre si en Windumanoth estamos tratando sus datos personales por tanto tiene derecho a acceder a sus datos personales, rectificar los datos inexactos o solicitar su supresión cuando los datos ya no sean necesarios para los fines que fueron recogidos.

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.