Título de la obra: Sentir la revolución
Autora: Varias autoras
Editorial: Crononauta
Traducción: Laura Morán Iglesias y María Albaladejo
Año de edición: 2024
Extensión: 296 páginas
Encuadernación: Rústica con solapas
PVP: 21,00€ (papel) / 8,40€ (digital)
¿Qué ocurriría si te asesinaran y quedaras condenada a permanecer en ese lugar y ver cómo otras chicas encuentran el mismo destino? ¿Se puede avanzar como pueblo si olvidamos las atrocidades que se cometieron para lograr la paz? ¿Cuántos derechos estamos dispuestos a perder antes de que sea demasiado tarde? ¿Alguna vez se han preguntado qué diferencias hay entre el infierno y las redes sociales? O ¿qué pasaría si quieres abortar en un futuro en el que está prohibido y un dispositivo controla todos los cambios en tu cuerpo? ¿Serías capaz de sentarte a la mesa de una bruja a pesar de todas las advertencias?
A estas preguntas y a muchas otras más encontraremos respuestas en Sentir la revolución. La antología que acaba de publicar la editorial Crononauta y en la que disfrutaremos de trece excelentes relatos de fantasía, ciencia ficción y terror. Un libro en el que «la literatura de género lucha, palabra a palabra, por la revolución».
Un planeta que tienen que visitar
El libro empieza presentando su planeta paraíso: Aanuk. La plataforma en la que la editorial publica un relato de género al mes. Ese proyecto que nació en medio de la pandemia y les permitió publicar de manera habitual ficción en formato corto. Una idea que empezó con el Matreon y que ahora sigue en su propia página web. Un lugar donde podremos encontrar no solo algunas de las mejores voces nacionales, como Nieves Delgado, Caryanna Reuven y Marina Tena Tena. Sino también autoras y escritores no binarios internacionales como Fonda Lee, Brooke Bolander o Aliette de Bodard. Si en su anterior antología: Abrazando la revolución teníamos reunidas las mejores historias cortas que publicaron en sus primeros dos años, aquí encontramos una selección de las más recientes.
Espectros, huesos y memoria
El relato encargado de abrir la colección es Nosotras, las chicas que no sobrevivimos, de E. A. Petricone, un cuento potente que es toda una declaración de intenciones. Nos narra la historia de trece chicas asesinadas. Fantasmas condenados a quedarse en el lugar donde murieron. Siendo testigos impotentes que, una y otra vez ,deben presenciar cómo otras mujeres acaban muertas a manos de sus agresores, sin que puedan evitarlo.
Un relato en el que se deja en evidencia la manera en la que en las historias de crímenes se centran en ellos, los asesinos. En tratar de entenderlos, o encontrar sus motivos, ignorando a las víctimas. A quienes eran ellas antes de ser solo un cadáver más. La forma en la que a parece que a nadie le importa las historias de las chicas que no lograron salvarse. Es tan espectacular como aterrador, hay tantas verdades incómodas entre sus páginas. Una de mis favoritas del libro.
«Quizá nos merezcamos a los monstruos que elegimos no matar».
En Los huesos de abajo, de Vanessa Fogg, nos encontraremos con Fay, una joven de diecisiete años que nos relata su particular historia. La manera en la que todo el mundo trata de olvidar el pasado vergonzoso de su pueblo para conseguir la paz. Como la guerra se transformó en una guerra civil. La forma en la que el nacionalismo, la paranoia y el miedo a los rebeldes los llevó a cometer atrocidades que ahora pretenden olvidar y enterrar. Pero los huesos recuerdan. Una historia demoledora pero preciosa. Otro gran descubrimiento.
«Todo tiene una explicación perfectamente natural… Nadie debe cuestionarlo. Nadie debe dudar de la obvia inverosimilitud. Nadie debe hacerse preguntas acerca de los cadáveres más grandes enterrados bajo tierra».
Futuros aterradores, superhéroes y cuentos
Luego nos encontraremos con Interregno, de Nieves Delgado. En la que la autora nos presenta un futuro no demasiado lejano, pero aterrador. Uno en el que las personas sobreviven sin derechos. Con leyes que los responsabilizan cada vez más de su seguridad. Y en el que la aparición de un programa informático que no actúa de la forma en la que debería hacerlo puede transformar la vida de su protagonista. No les adelanto más porque la gracia está en descubrir ese aterrador porvenir junto con Ariel. Le sigue Para elevarte, estalla, de Jen Brown, una historia de superhéroes de lo más original. Que no solo nos presenta un particular duelo entre una heroína y su archienemiga, sino un fin del mundo aterrador y como las relaciones familiares pueden marcarnos, definirnos. Pérdida, amor y reinvención con representación queer.
«Según la ley cada individuo era responsable de su propia seguridad. Si te robaban, te violaban o te pegaban, sucedía porque te habías puesto en una situación vulnerable. A menos que entrasen en tu casa, claro; la propiedad privada tenía más derechos que las personas».
El cuento de las tres hermosas hermanas terópodas y el príncipe hecho de carne, de Brooke Bolander, es un relato divertidísimo en el que tres hermanas dinosaurios tienen la mala suerte de encontrarse con un príncipe con muy pocas luces. Digamos que el futuro monarca no es el más listo del reino, y que parece incapaz de tomar decisiones. Sin embargo, su prometida puede ser el tipo de aliada que las terópodas quizás lleguen a necesitar. Repleto de humor y de crítica social, es una reinvención fabulosa de los cuentos de hadas que todos conocemos. Reflexiones en alienígena, de Vandana Singh, nos lleva junto a una mujer que, ya anciana, reflexiona sobre su vida y el descubrimiento que le permitió a la humanidad hallar un modo de acceder a universos paralelos. Una historia preciosa y poética que nos habla de planetas alienígenas, de amores, de decisiones y del multiverso.
«Quizá seamos fantasmas de nuestros otros “yos” en otros universos».
Espacio y guerra
En Morera y Lechuza, de Aliette de Bodard, viajaremos al universo de Xuya con el objetivo de descubrir la historia de una mujer dispuesta a todo por enmendar un error del pasado. Capaz de acercarse a una asesina, a una nave con mente propia que mató a sus amigas, para proponerle el tipo de trato que podría acabar con su vida. Aunque quizás le permita ayudar a alguien a quien lamenta haber perdido. Si ya han leído a Bodard aquí encontrarán todo lo que amamos de la autora: un universo rico y complejo, buenos personajes, intrigas, secretos y las consecuencias de la guerra.
Sentir lo suficiente, de Caryanna Reuven, nos lleva de regreso al universo que creó para su novela Innombrable con el propósito de acompañar a una niña a las que sus madres y su padre dejan a cargo de una IAA para ir a la guerra. Esa Inteligencia Artificial Autónoma de Cuidado Filial se hará cargo de Enara desde que tiene seis años, y será su única compañía a medida que crece y espera que sus neidres regresen. Aunque el conflicto galáctico no parece que tendrá un final rápido y quizás esa IAA sea mucho más de lo que aparenta. Una historia de crecimiento, sobre la guerra y lo que significa ser padres que logró emocionarme.
«¿Cómo se rompe un corazón?
No había ninguna respuesta válida para eso. Elle, al menos, no la sabía».
Arte, corrupción y brujas
Luego le toca al turno a Retrato de tres mujeres con búho, de Gwen C. Katz. Un relato en el que descubriremos,a modo de reseña de una exposición de arte, la historia de tres mujeres que crearon una misteriosa y poco estudiada corriente llamada el “surradismo”. En el cuento conoceremos más de esas artistas que vivieron en la Francia ocupada por los nazis y que desaparecieron misteriosamente. Un relato maravilloso que nos habla de cómo las mujeres son borradas de la historia del arte y sus contribuciones son menospreciadas.
Asfalto, río, madre, niña, de Isabel Yap, es otra joya. Una que nos lleva junto a una deidad a fin de mostrarnos las consecuencias de la guerra contra las drogas en Filipinas. Una historia en la que conoceremos a tres víctimas que sufren de la brutalidad policial y de todas las atrocidades que se cometen con la excusa de hacer lo que es correcto.
«El arte femenino suele considerarse pequeño, personal y apenas ambicioso, con poco que decir sobre el mundo exterior».
Le sigue otro de mis relatos favoritos: No te sientes a la mesa de la bruja, de Marina Tena Tena. Un cuento asombroso que nos lleva a preguntarnos por qué una joven dejaría su hogar y se internaría en el oscuro y peligroso bosque. Por qué olvidaría todas las advertencias y las historias para hacer justo lo que afirmaba que nunca haría cuando era pequeña: ir a la casa de una bruja. Una historia brutal que transforma los cuentos que todos conocemos en algo mucho más real y aterrador. Que habla de temas durísimos de una manera alucinante. Si no han leído a Tena, se están perdiendo una de las voces más potentes de la actualidad.
«Tu casa no es una casa, es una trampa de paredes que parecen amables y rostros que deberían amarte. El pueblo se ha transformado en un bosque más peligroso que el que rodea la casa de la bruja».
Infierno y revolución
La fiesta eterna de los condenados, de Fonda Lee, es un relato lleno de ironía. Que nos narra cómo ha ido cambiando el infierno para adaptarse a los tiempos modernos. Ya no es solo un sitio en el que arder eternamente. Hay maneras aún más brutales de transformar la eternidad en un suplicio. Una cuento en el que la autora se inspiró en las dinámicas tóxicas que vemos en las redes sociales para crear la tortura perfecta. Una fantasía brutal y llena de crítica muy potente.
Cierra el libro El test de la coneja, de Samantha Mills, otro de mis favoritos. El relato de un futuro no demasiado lejano en el que el aborto está prohibido y las mujeres deben llevar un dispositivo que controla todos los cambios que se producen en su cuerpo. Protagonizado por una joven de diecisiete años que desea abortar y debe buscar la manera de hacerlo sin que la descubran. Entre el presente, y el pasado iremos descubriendo una historia impactante que nos recuerda que los derechos se pueden perder con facilidad, que jamás los podemos dar por sentados. Que las luchas por los derechos no terminan nunca.
«Al contrario de las habladurías de la época, no es la muerte de la coneja lo que indica un test positivo. La coneja siempre muere».
Conclusiones: Sentir la revolución
Fantasmas, brujas, artistas, infierno, brutalidad policial, lucha por los derechos, IA, guerras, multiversos, dinosaurios, príncipes y princesas, superhéroes, memoria… Sentir la revolución es una lectura imprescindible. Trece relatos llenos de crítica social que nos recuerdan que las luchas por nuestros derechos nunca acaban. Que la revolución se puede hacer quizás de libro en libro. Puede que como yo terminen la antología con ganas de ver el mundo arder, pero en los relatos también hay espacio para la esperanza. Para querer luchar un día más para que las cosas mejoren (aunque los cambios nunca sean rápidos). Me gustaría destacar la excelente traducción de Laura Morán Iglesias y María Albaladejo así como la cuidada edición de Crononauta con esa espectacular cubierta ilustrada por Julie Dillon. Es una antología en la que todas las historias tienen un nivel altísimo. Si están buscando relatos que le vuelen la cabeza tienen que darle una oportunidad.
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