Título de la obra: Los últimos días de Jack Sparks
Autor: Jason Arnopp
Editorial: Obscura Editorial
Traducción: Jesús Cañadas
Año de edición: 2020
Extensión: 368 páginas
Encuadernación: tapa dura
PVP: 20,90€ (papel) / 7,30€ (digital)
Recuerdo el día que conocí a Jack Sparks como si fuera ayer mismo. Coincidimos en Birmingham, hace unos años, en el marco de una de las convenciones de ciencia ficción y fantasía más importantes del Reino Unido. Por aquel entonces Jack ya era toda una celebridad. No solo en el hecho de que todos lo reconocíamos nada más verlo, sino en cómo él mismo se hacía desear por parte de los aficionados que, regularmente, atendemos este tipo de eventos. Es precisamente esa actitud la que hizo que a la mayoría de los que allí estábamos se nos quedara en la mente, entre otras cosas, cómo trataba a la persona que trabajaba durante todo el día sirviendo pintas de cerveza a autores y otras personalidades del mundo literario.
JACK SPARKS: RELACIÓN AMOR/ODIO
Jack era un tipo al que odiabas o amabas. Al parecer, y según testimonios de algunos escritores de terror que allí estaban, Jack estuvo la mayor parte de la convención entablando conversación con aquellos autores que eran principalmente conocidos por sus obras de miedo, fantasmas, casas embrujadas y posesiones. Comentaban algunos de ellos, ahora que con el fallecimiento de Sparks parece menos atrevido desvelar conversaciones privadas, que estaba interesado en las fuentes de información para esas historias así como entender qué hacía de ese mundo algo tan interesante para los lectores. Intuía yo en aquel momento que las cada vez más frecuentes adaptaciones cinematográficas de este tipo de tramas y el dinero que ello conllevaba tenía mucho que ver. Qué confundido estaba.
En mi caso particular mi única interacción con Jack fue cuando chocamos nuestros hombros frente a la mesa donde se encontraba el último ejemplar promocional que una editorial regalaba con motivo del evento. Me avergüenza decir que él se salió con la suya y se llevó el volumen sin que yo apenas fuera capaz de discutirlo un poco. Aunque siempre he sido un don nadie, una mirada suya cuando tenía perfectamente claras sus intenciones valía más que cien cuchillos volando en tu dirección.
Jack, sin embargo, venía del mundo de la música. Un gremio más dado a las pompas y artificios que a simple vista quedaba claro que había calado a la perfección en su personalidad. Incluso mantuvo durante un tiempo su propio blog. Dentro de su carrera literaria se encontraba en un momento cuanto menos interesante. Su segundo libro, El viaje a las drogas de Jack Sparks, venia rodeado de polémica por cómo el propio autor hacia experimentado con casi todas las drogas existentes para poder escribir el volumen. Algunas formaron parte de su vida más allá de la publicación del libro como se puede ver en su historia póstuma. No sé si a consecuencia de esas drogas, lo cierto es que Jack estaba en estos momento mucho más interesado en historias sobrenaturales alejadas de lo que había escrito hasta ese momento.
UN DETECTIVE QUE NO ES UN DETECTIVE
Y, por lo que se puede leer en Los Últimos días de Jack Sparks, Jack dedicó sus últimos días, incluso semanas, a intentar echar por tierra todas las historias sobrenaturales que se han escrito sobre fantasmas. Para ello, se auto convirtió en una especie de detective privado con unas consecuencias difíciles de imaginar aunque si algo tenía claro Jack es que quería echar por tierra todas esas teorías sobre espíritus, fantasmas y seres de ultratumba que tantas horas y paginas ocupan en nuestra vida cotidiana.
Fue una sorpresa mayúscula descubrir que hace apenas unas semanas veía la luz el que es el libro póstumo de Jack Sparks. Había olvidado su nombre, incluso la anécdota que contaba al inicio. Pero la publicación de este volumen despertó en mí todos estos recuerdos. La realidad detrás de Los Últimos días de Jack Sparks es que ha sido su hermano Alastair quien ha compilado todo lo que Jack dejó escrito sobre sus últimas investigaciones. Desde el intento de exorcismo en Italia, a la aparición de un contacto de gran valor en Hong Kong o su viaje a Hollywood.
Al parecer, el gran giro de los acontecimientos en la vida de Jack comenzó cuando, siendo testigo de un exorcismo en país italiano, alguien subió un vídeo a la cuenta de Jack en YouTube con una grabación absolutamente real de un fantasma en un lugar desconocido. Precisamente Jack, que llevaba tiempo intentando echar por tierra todo lo relacionado con lo fantasmagórico, era esclavo un vídeo que provocó que fuera trending topic durante un tiempo, incrementando su egolatría a dimensiones incalculables. Qué sería de gente como Jack, esclavo de las redes sociales y las masas de gente a favor y en contra, mientras él mismo se balancea en el limbo de la coherencia.
JACK SPARKS Y SU HERMANO. ¿UNA RELACIÓN BIEN AVENIDA?
Los Últimos días de Jack Sparks es una especie de autobiografía que además esconde otra información muy interesante. La fachada de prepotencia que Jack exhibía públicamente en realidad no era tan apreciada en su entorno más cercano. Por tal motivo Alastair no ha podido resistirse a incluir durante la narración notas aclarando ciertos puntos que le implicaban e incluso incluyendo correos electrónicos y conversaciones que a posteriori han podido ser recuperadas por parte de aquellos a quien Jack involucró de una manera o de otra en su peculiar vida. En cierta manera, es una ventaja para ellos que Jack ya no esté entre nosotros. De quién puede uno fiarse, ¿de Jack, de su hermano Alastair o de ninguno?
Ojalá haber sido testigo en directo de los últimos días de Jack Sparks. Aunque al mismo tiempo sea un tipo tan peculiar y soberbio. Pero he reconocer que su humor negro también me ha hecho empatizar mucho con su vida en general. Aunque no envidie para nada algunos de los momentos vividos en sus últimos días. En cualquier caso siempre ha habido gente para todo en este mundo. Sus últimos coletazos de vida son un emocionante carrusel de acontecimientos, algunos sangrientos, otros espirituales, que merecen mucho el rato que dediquéis a leerlos. Y el giro final… Jack no pudo evitar ser diferente hasta el último momento.
Que un personaje así te cuente sus últimos días es un lujo que nos llega gracias a la labor de Alastair, quien ha recopilado la información (incluyendo sus controvertidas puntualizaciones), y de Jason Arnopp, quien parece que ayudó a este a dar coherencia a los textos que dejo Jack. Un legado incalculable.
Jack Sparks, que tanto tu como el resto de personas que fallecieron durante esos últimos días, descanséis en paz.