Título de la obra: El ocaso de la madera
Autor: Ana María de la Torre Bermúdez
Editorial: Ediciones Arcanas
Año de edición: 2024
Extensión: 150 páginas
Encuadernación: Rústica con solapas
PVP: 10€ (papel)
¿Tienen alma los árboles o sus ramas y troncos son meros recursos para que la mano del hombre los moldee a placer? Esta pregunta, en apariencia inocente, es la piedra angular de El ocaso de la madera, una novela de terror y fantasía oscura que reflexiona sobre la incidencia de la soberbia humana en la naturaleza. Y de sus nefasta consecuencias.
Algo sucede en el bosque. Ese remanso de paz donde Jannick recolectaba sus hierbas es ahora un territorio hostil donde bestias salvajes acosan a quien se atreve a penetrar en sus dominios. Pero la humanidad tiene sed de madera y considera el bosque su feudo. De modo que, aún contra su voluntad, Jannick deberá volver a la foresta para tratar de hallar una solución a este conflicto entre humanos y criaturas del bosque.
Por suerte, o por desgracia según el protagonista, no deberá hacer frente en solitario a este desafío. A fin de protegerle, Roger y su hermana Helga han desarrollado un ingenio. Un gólem de madera que dice llamarse Walnuss y que se convierte en su indeseado acompañante y protector. Una entidad que hace que Jannick empiece a cuestionarse si anda junto a un precioso artilugio alquímico o si, por contra, le acompaña una nueva forma de vida artificial.
Ana María de la Torre
Así arranca El ocaso de la madera, la nueva novela de Ana María de la Torre. Una autora a la que los lectores recordarán por su relato seleccionado en el N6 de la revista Windumanoth. En esta nueva aventura, abraza plenamente la fantasía y el terror para impulsar una historia breve pero rica en reflexiones.
CONFLICTOS QUE TRASCIENDEN EN EL OCASO DE LA MADERA
Si algo destaca en El ocaso de la madera es el despliegue temático que puede hallarse entre sus páginas. Y es que, si bien el componente fabuloso (y de terror) es presente y permea en cada página, a menudo se siente como pretexto. Un elegante maquillaje para tratar temáticas que resuenan más allá de la fantasía.
La figura del gólem, ese constructo subordinado a las órdenes de su amo, abre la puerta al conflicto presente en esta novela. ¿Hasta qué punto estas criaturas son máquinas o entidades por sí mismas? El saber si bajo la madera reside algo parecido a un espíritu y las repercusiones morales que esto tiene articulan los problemas y debates éticos a los que deben hacer frente los personajes. Empezando por Jannick y Helga.
Estas reflexiones resuenan con nosotros a través de un tema que nada tiene que ver con la fantasía. Hablamos sobre los robots y las inteligencias artificiales, realidades ya tangibles y en expansión. ¿Cuándo podremos considerar entes a estas máquinas que hemos creado? ¿Hasta qué punto es ético hacer uso de ellas?
Otro de los temas que planean sobre la trama de esta historia es el trato que la humanidad brinda a la naturaleza. El cómo nos relacionamos con el entorno, al que acostumbramos a ver como un recurso. Una mentalidad que comparten en la novela personajes como Roger y Helga, dispuestos a sacar rédito de sus «recursos» sin ponderar el impacto que esto pueda causar. Imposible no sentir el escalofrío de la cercanía de esta concepción, especialmente en un mundo donde la sexta extinción parece estar en marcha sin que eso nos importe.
Todas estas cuestiones, que empiezan a llenar páginas de periódicos y minutos en forma de pódcast, nos sacuden mientras leemos El ocaso de la madera. Especialmente cuando empezamos a vislumbrar las consecuencias de dar una mala respuesta, o de no dar ninguna, a estos dilemas.
UNA BREVE HISTORIA QUE ABARCA SIGLOS
Y es que otra de las características que destaca en la obra de Ana María de la Torre es su alcance temporal. Pudiera pensarse que, tratándose de una novela tan breve en extensión, esta se centraría en una única línea argumentativa. No es así. La historia se estructura en dos partes y un epílogo, cada uno de los cuales transcurre unos siglos en el futuro respecto a su predecesor.
Si iniciamos El ocaso de la madera junto con el herborista Jannick y su golem, Walnuss, las decisiones que ellos tomaran en su incursión al bosque cristalizan en la segunda parte de mano de Walpurga. Esta joven, heredera de un secreto siniestro familiar, será la responsable del destino que afronta Michael en su laboratorio, muchos siglos en el futuro. De este modo, el lector puede observar cómo las decisiones de los personajes han influido, para bien y para mal, en el devenir de la historia.
Con todo, esta pretenciosa estructura lleva ligada una contrapartida. Y es que al tratarse de una historia tan breve, el deseo de la autora por mostrar la evolución a largo plazo de los conflictos que se gestan desde la primera página no siempre juega a favor de la novela. Y a menudo el lector puede sentirse como si estuviera contemplando escenas sueltas, fragmentos de algo mayor.
Es complicado no sentir que nos estamos perdiendo algo, si bien los diálogos y monólogos interiores de los protagonistas nos permiten situarnos. Especialmente debido a la presencia de escenas de transición que a menudo pueden sentirse reiterativas. Y puede que un lector exigente eche en falta escenas de acción y no resoluciones narradas entre conversaciones. Sin duda unas cuantas páginas más habrían permitido un desarrollo más fluido.
EL OCASO DE LA MADERA: CONCLUSIONES
Así pues, podemos decir que El ocaso de la madera es una cápsula de fantasía oscura que invita a la reflexión sobre temas que nada tienen de imaginario. Un ejercicio en el que la autora nos muestra a largo plazo las nefastas consecuencias de la soberbia humana. Y, al mismo tiempo, una metáfora sobre el debate ético que enfrentamos a diario como sociedad respecto a los derechos de la naturaleza y nuestro afán inagotable de dominarla.
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