Reseña: Las raíces recuerdan tu nombre

by Alister Mairon
0 comments 9 minutes read
A+A-
Reset

Las raíces recuerdan tu nombreTítulo de la obra: Las raíces recuerdan tu nombre
Autor: Aitziber Saldias
Editorial: Obscura Editorial
Año de edición: 2024
Extensión: 208 páginas
Encuadernación: Rústica con solapas
PVP: 18,90 € (papel)


Nuestros orígenes son algo que no podemos cambiar. Un legado que nos acompaña a todas partes, injertado en lo más profundo de nosotros. No importa cuán lejos estemos del lugar que nos vio nacer. Ni lo mucho que pugnemos por dejar atrás las historias que nos atan a ese lugar: del pasado no puede uno escaparse. Y del Bosque, tampoco. Con esta premisa arranca Las raíces recuerdan tu nombre, una retorcida historia de Aitziber Saldias editada por Obscura Editorial.

UNA HUIDA IMPOSIBLE

Algo extraño sucede en Urrun. Ese pequeño pueblo rural, aislado entre árboles antiguos, permanece anclado en el tiempo, inmutable y estático. Nada altera su trasiego, pues ni siquiera la guerra se atreve a cruzar sus límites. No en vano, el Bosque lo rodea. Y es una entidad celosa de lo que ocurre en sus dominios. Nadie escapa nunca de Urrun;  una verdad inapelable que todo el mundo asume con naturalidad. Aunque hay algunos que tratan, en vano, de saltarse esa norma no escrita.

Lander Herrera es de los pocos, tal vez el único, que ha tratado de dejar atrás el pueblo. Deseoso de poner tierra entre el lugar que le vio nacer y sus oscuras costumbres, se alistó en el ejército y prefirió que la guerra lo mutilase. Pero pronto se da cuenta de que su huida no fue más que una tregua. Un capricho que el Bosque le permitió llevar a cabo, sabiendo que tarde o temprano debería volver a Urrun.

Cuando su padre fallece, el soldado se ve obligado a regresar a esa amalgama de casas entre los árboles. Su idea inicial es arreglar los papeles cuanto antes y tomar un tren de vuelta a las trincheras. Pero no tarda en darse cuenta de que su plan es una quimera imposible. No en vano, lo que le ha traído a Urrun es algo más que la muerte de su progenitor. Tiene que ver con un pacto antiguo, con una deuda que el Bosque, oscuro y sibilino, desea que salde. Y para ello va a tener que enfrentarse a los sucesos que ha tratado de arrancar de su memoria.

Las raíces recuerdan tu nombre es la historia de ese regreso al hogar. Pero también la crónica de un pasado tétrico e inhumano que exige ser desvelado. Una sopa de recuerdos que golpea a Lander en cuanto las circunstancias lo obligan a volver a poner los pies en Urrun y en sus calles infestadas de difuntos. Porque no puede escaparse de los orígenes, pero del pasado tampoco. No siempre es agradable volver a las raíces.

Aitziber Saldias

LA FARSA DE LA ALDEA NUTRE A LOS MONSTRUOS EN LAS RAÍCES RECUERDAN TU NOMBRE

A través de los ojos de Lander, el lector descubre Urrun y los abyectos secretos que guarda. Pues ya desde las primeras páginas percibimos que algo no funciona. La animadversión que el soldado mutilado siente por su lugar de origen va más allá del rechazo a sus raíces. Es algo visceral, primario. Y aunque en un inicio no acabamos de dar con la causa del malestar que experimenta el protagonista, su apremio por huir no tarda en contagiarse. Así, encadenados a Lander, sentimos el peso de la amenaza crecer a cada hora que este permanece en Urrun. Un malestar alimentado por el desconocimiento. Aunque, para ser sinceros, descubrir las razones que angustian al soldado solo acrecienta la angustia.

Saldias juega premeditadamente con el público, disfrazando su historia de un desafortunado retorno a casa. Nos hace creer que lo que aguarda a Lander es un cara a cara con los orígenes de los que abjuró. Pero es tanta la oscuridad que encierran las páginas de esta historia, que esa máscara pronto se hace pedazos. Es una impostura que no aguanta más de cuatro capítulos y que se desnuda, al igual que los vecinos de Urrun, con orgullo monstruoso. Más vale leer esta historia a la luz del día y protegidos con una manta, porque los estremecimientos serán una constante.

Y es que basta el trayecto de Lander desde la estación hasta su casa, de las más alejadas del pueblo, para que vislumbremos las primeras telarañas del horror. Porque Urrun es algo más que un pequeño pueblo perdido y aislado: es una trampa mortal. El Bosque, la masa forestal que rodea la población, no actúa solo como la barrera que impide que el mundo exterior penetre en sus calles. No, ese conjunto de árboles es el verdadero señor de Urrun, una entidad dotada de inteligencia que colma de dones a los vecinos. Eso sí, sus regalos son siempre venenosos y recibirlos conlleva pagar un precio muy elevado. El Bosque solo concede sus favores a quienes estén dispuestos a entregar a cambio una vida. Y los habitantes de Urrun están más que decididos a saciar su hambre a cambio de obtener lo que desean.

Raíces y ramas se despliegan sobre las casas y asedian las ventanas. El Bosque observa a sus esclavos y contempla con satisfacción cómo estos engatusan a los viajeros que se aventuran en Urrun para alimentarle. Todos colaboran en esa farsa de apacible aldea que les permite conservar la vida mientras estén dispuestos a empujar a otros hacia sus fauces. Por eso el pueblo está lleno de difuntos desconocidos.

LA OMNIPRESENCIA DE LA MUERTE

En el mundo creado por Aitziber Saldias los fantasmas son una realidad tangible. Aquellos que perecen quedan anclados como espíritus, condenados a repetir sus últimos momentos hasta extinguirse. A ese deambular de los muertos lo llaman ciclo de la Última Hora, y es responsabilidad de los familiares y amigos del difunto cerciorar que los datos que constan en el informe de defunción corresponden con la realidad.

Ese es el pretexto inicial del regreso de Lander: debe firmar el Informe de la Última Hora de su padre. Sin embargo, no tarda en constatar que los datos recogidos en el documento no concuerdan con la escena que se reproduce ante sus ojos. Algo ocurrió en el momento de la muerte de su progenitor. Y resolver ese asunto lleva al soldado a enfrentarse no solo con Urrun, sino también con sus recuerdos.

Porque antes de convertirse en un espectro, su padre estuvo indagando. Lander desconoce hacia dónde lo condujeron sus pesquisas o cuál era su objetivo. Y al igual que el lector, este solo cuenta con una caja que encuentra en la casa, atiborrada de recortes y viejos diarios. La presencia de esta documentación retrasará el retorno del soldado al frente, pero también lo obligará a hacer dos cosas que le revuelven las tripas. La primera, cooperar en la farsa macabra de Urrun por cobardía y supervivencia. La segunda, sumergirse en el pasado, desde donde lo acecha la sombra del Niño Roto. ¿O tal vez este inquietante ser esté más cerca del presente que de los recuerdos?

Las raíces recuerdan tu nombre

LAS RAÍCES RECUERDAN TU NOMBRE: DOS LÍNEAS TEMPORALES, UNA MISMA VOZ

Las raíces recuerdan tu nombre se desgrana íntegramente a través de la voz de Lander. Sus ojos son los del lector a lo largo de toda la novela, pero el pasado pesa tanto o más que el presente. Con el objetivo de ofrecernos una radiografía completa de los sucesos que llevaron al protagonista lejos de su hogar, Saldias nos empuja atrás en el tiempo

Para ello, se vale de distintos documentos con los que cierra cada uno de los capítulos, breves pero sobrecogedores. Y también de los recuerdos, a modo de flashbacks vívidos, que despiertan en el protagonista. La opresiva sensación que se apodera de la narrativa desde el principio se agrava cuando entran en juego los diarios que un Lander mucho más joven escribió. Pasado y presente se cortejan y nos van desvelando, capa a capa, los horrores que Urrun encierra. Pero también nos hablan de la anomalía de los Herrera y de la madre de Lander, una mujer que, según se reitera en los escritos, «vivirá para siempre».

Por si con esto no bastara, un segundo personaje toma cuerpo en este juego de recuerdos. Se trata de la propia casa, del hogar de los Herrera. Y es esta una entidad consciente, abnegada en la protección de sus habitantes. Pero también hostil y voraz, deseosa de alimentarse de quienes habitan entre sus paredes. La casa, debilitada y maltrecha, protege a Lander de los ataques del Bosque. Pero también lo aparta de los recuerdos pese a que, a su pesar, actúa como escenario del ciclo de la Última Hora del padre de este.

UN FLUIR DENSO, DE SANGRE Y TERROR

Si algo hay que señalar en una historia sublime de terror rural es la lentitud en el ritmo. Pese a que desde el primer momento suceden cosas, estas no dejan de verse como pequeñas escenas sueltas hasta bien entrada la narración. Es necesario superar cincuenta páginas de las casi trescientas que forman Las raíces recuerdan tu nombre para empezar a encajar las piezas. Y aún así, tardaremos mucho en hallarle un sentido total a la historia.

Este avance pausado, casi a rastras, juega a favor del clima opresivo de la novela. Nos sentimos desprotegidos, ajenos a lo que nos aguarda. Necesitamos unas certezas que Saldias se niega a ofrecernos. Y, en cierto modo, podemos equipararnos con Lander: aferrados a textos cuyo fin íntegro se nos escapa y refugiados en una casa demasiado débil para protegernos del Bosque y de los vecinos.

Sin embargo, para un lector ansioso o acostumbrado a los sobresaltos violentos, esta calma puede volverse desesperante. Pero es que Las raíces recuerdan tu nombre no es esa clase de terror. El miedo que despierta es cerval, asfixiante y opresivo. No hay un monstruo violento que abatir ni escenas de acción salvaje. La novela de Saldias es folk horror, y como tal, se desgrana pausada entre atmósferas familiares y cerradas. Hasta que desees huir y te des cuenta de que no hay por dónde escaparse.

LAS RAÍCES RECUERDAN TU NOMBRE: CONCLUSIONES

Así pues, si os agrada el terror pausado pero inclemente, que se cuela en la realidad por lo sutil y verosímil de sus premisas, la apuesta de Obscura Editorial será de vuestro agrado. Si buscáis acción y violencia, tal vez esta no sea la historia que pueda encajaros. Aunque por la belleza macabra de la prosa de Aitziber Saldias, creo que merece mucho la pena que, si os animáis, le deis una oportunidad a los horrores de Urrun.


Si disfrutas de Windumanoth, te invitamos a valorar el apoyarnos en Patreon, puedes hacerlo desde tan solo 1 € al mes. Echa un vistazo a nuestras recompensas y considera unirte al grupo de amigos que hacen posible que este proyecto exista.

Become a Patron!

 

También te puede interesar

Leave a Comment

Información básica sobre protección de datos

Responsable: Windumanoth
Finalidad: Moderación y publicación de comentarios
Legitimación: Tu consentimiento expreso.
Destinatarios: No se comunican datos a terceros
Derechos: Tiene derecho a acceder, rectificar y suprimir los datos

Acepto la política de privacidad *

Los datos proporcionados se conservarán mientras no solicite el cese de la actividad. Los datos no se cederán a terceros salvo en los casos en que exista una obligación legal. Usted tiene derecho a obtener confirmación sobre si en Windumanoth estamos tratando sus datos personales por tanto tiene derecho a acceder a sus datos personales, rectificar los datos inexactos o solicitar su supresión cuando los datos ya no sean necesarios para los fines que fueron recogidos.

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.