Título de la obra: Solo los vivos perdonan
Autor: Ismael Martínez Biurrun
Editorial: Aristas Martínez
Año de edición: 2022
Extensión: 320 páginas
Encuadernación: Rústica con solapas
PVP: 23€
Pedir perdón es una acción que no es necesariamente unidireccional. ¿Qué sería de quien pide perdón si no hay nadie o nada enfrente que pueda conceder el perdón solicitado? Es posible, sin embargo, que como consecuencia de los actos que cometemos no exista nadie a quien poder pedir perdón. Las consecuencias de nuestros actos pueden cambiar la vida de alguien en un instante. Vidas cortadas de raíz sin tiempo de respuesta ni de arreglar aquellas cosas que quedan colgadas para siempre.
Esas vidas truncadas, finalizadas antes de tiempo, son protagonistas de Solo los vivos perdonan.
SOLO LOS VIVOS PERDONAN. Y SON PERDONADOS.
Jordán esconde un secreto del que quiere redimirse. Para ello contacta con Iñigo consiguiendo que este le acompañe a una zona en medio de la nada. Allí Jordán ha encontrado unos restos fósiles de un animal desconocido que puede cambiar todos los análisis existentes sobre la evolución de los animales y los seres humanos. Iñigo también tiene un secreto. Un secreto firmado ante notario que lo relaciona con Olalla, cuyo hijo Antón se encuentra en el hospital a punto de sufrir una operación a vida y muerte.
Las vidas de todos ellos están marcadas por un evento que enmarca esta novela en un periodo histórico de nuestro país que esta grabado a fuego en la mente de aquellos que fuimos testigos y, de manera más intensa, en los que lo sufrieron en sus propias carnes.
Este evento, un atentado terrorista, no solo cambia la vida de Iñigo cuando este era un niño, sino que en el texto vemos como su forma de actuar pasadas varias décadas se ve igualmente afectada. Los traumas y dolores que miles de estos actos crearon en la personalidad de tantas y tantas personas de todas las edades y procedencia se expresa en nuestras relaciones con nuestro entorno, aunque haya pasado un tiempo.

Ismael Martínez Biurrun
EL TIEMPO COMO ENEMIGO
Un tiempo que es relativo. Y es que Solo los vivos perdonan no solo trata la acción del perdón sino también sobre cómo el tiempo no pasa de la misma manera para todo el mundo. El elemento fantástico sobre el que se asienta la reflexión del tiempo puede pasar tan desapercibida como marcar la lectura notablemente. Hablando de tiempo, esta novela tiene varias líneas temporales. En cierta manera quedarse con la del “pasado” y la del “presente” seria simplificar mucho pero dicho elemento sobrenatural nos hace pensar sobre el tiempo y lo que dejamos atrás pensando que nunca volverá.
De una u otra manera hemos visto a Ismael Martínez Biurrun transitar por distintas aristas del terror a lo largo de su biografía. En esta novela, sin embargo, creo que dicho componente es menos explicito, aunque puede interpretarse de distintas maneras en función de las experiencias personales de quien se acerque a su lectura. Lo que queda claro es que el terror de esta novela es algo que, aunque pueda tener un impacto momentáneo, hace que sus consecuencias pueden sentirse a lo largo de generaciones.
UNA NOVELA DURA Y ROTUNDA
Ismael Martínez Biurrun es, con total seguridad, uno de los autores que practica nuestro género que siempre ha merecido mas reconocimiento fuera del nicho de lectores de ciencia ficción, terror o thriller. Esta nueva novela vuelve a justificar esa afirmación con un rotundo análisis del perdón y las consecuencias de nuestros actos que hacen de Solo los vivos perdonan un nuevo punto álgido de una magnifica carrera literaria.