Título de la obra: Aunque ya supera el final
Autore: C. L. Polk
Traducción: Carla Bataller
Editorial: Duermevela
Año de edición: 2024
Extensión: 184 páginas
Encuadernación: Rústica con solapas
PVP: 16,95€ (papel) / 6,49€ (digital)
Es 1940 y las grandes ciudades crecen entre el humo y el brillo de la electricidad. Una de estas urbes es Chicago, que alberga rincones secretos en los sótanos de sus edificios. Lugares seguros que sirven de refugio para los disidentes y que acogen entre las sombras a los rechazados de la sociedad. Pero nadie puede estar seguro cuando un asesino anda suelto. Menos aún cuando este desafía los límites de lo humano y solo una mujer repudiada puede hacerle frente. De este modo arranca Aunque ya supiera el final, escrita por C. L. Polk y editada por Duermevela.

C. L. Polk. Foto: Mike Tan ©
LA FELICIDAD COMO META EN AUNQUE YA SUPIERA EL FINAL
La vida no ha tratado bien a Helen Brandt. Rechazada por los suyos por causa de un crimen de su pasado, se ve ahora obligada a malvivir sola en la despiadada Chicago. Para ello, alquila al mejor postor sus habilidades como mística, cosa que le ha labrado cierta fama como investigadora de lo sobrenatural. Así la encontramos al inicio de Aunque ya supera el final: inmersa en fotografiar la macabra escena de su último caso.
En un principio, la crueldad del ritual la anima a desistir de hacerse cargo. No en vano, pese a sus circunstancias, Helen ha logrado encontrar cierta estabilidad en su vida gracias a Edith. Su mayor deseo es pasar cada minuto de existencia al lado de la mujer de su vida. Y ocuparse de una investigación con rituales sangrientos no parece el mejor modo de lograr un objetivo para que el no dispone precisamente de todo el tiempo del mundo. A fin de cuentas, nadie en Chicago quiere acercarse lo más mínimo a las andanzas del llamado Vampiro de la Ciudad Blanca. Y mucho menos en solitario.
Sin embargo, cuando una de sus mejores clientas le encarga localizar a este asesino, Helen cambia de opinión. Y es que la prudencia le aconseja mantenerse al margen, pero hay ofertas que no pueden rechazarse. Nadie en su sano juicio diría que no a poder recuperar la oportunidad de tener una vida larga y feliz al lado de la persona amada. Ni siquiera si para lograrlo hay que sumergirse en el reverso más oscuro e ignoto de la ciudad.
NOIR SOBRENATURAL
Aunque ya supiera el final es pues una breve novela de investigación en la que su autore nos regala todos los ingredientes del género. Aunque pasados por la coctelera para crear algo nuevo, claro. Tenemos a la detective, Helen Brandt, una mujer dura y aficionada al tabaco y las damas hermosas. También a la bella acompañante de la protagonista, encarnada aquí por la tierna Edith, la mujer del corazón de oro. Una mujer que compite en belleza con Marlowe, la femme fatale de esta historia y también la mejor clienta de Helen. Y, por supuesto, no podía faltar la aparición de la siempre incómoda policía. Solo que en este caso, en lugar de agentes uniformados encontramos a magos huraños y poco dispuestos a dejar que una bruja expulsada de su hermandad merodee por la escena del crimen. Menos aún si dicha bruja es la hermana de uno de ellos.
Y es que, si bien esta novela, ganadora del Nebula y finalista en diversos premios como el Locus o el Hugo, puede parecer de entrada la típica novela negra, lo cierto es que la trama pronto se hibrida con lo sobrenatural. Porque en el mundo construido por C. L. Polk no solo habitan magos y brujas, sino que toda una galería de criaturas tienen cobijo entre las sombras. Los demonios aguardan en las encrucijadas, siempre sedientos de almas que cazar. Y los ángeles, por voluntad divina o forzados por las circunstancias, se mezclan entre los mortales.
El resultado de esta combinación convierte a Aunque ya supiera el final en una obra que satisface el paladar de los amantes del misterio, pero también de quienes disfrutan con lo fabuloso y lo aterrador. Porque si bien no nos hallamos estrictamente ante una novela de terror, la tensión y la angustia prevalecen en sus casi doscientas páginas. Algo a lo que contribuye la concisión y dinamismo de los capítulos, breves y cargados de acción. Es imposible no sentir el apremio de Helen, a quien se le acaba el tiempo a cada tic-tac del reloj. Del mismo modo que es imposible no quedar atrapado en la conseguida ambientación de esta obra.
UN RETRATO HISTÓRICO VESTIDO DE FANTASÍA
Una de las primeras cosas que llama la atención durante la lectura de esta historia es la facilidad con la que su autore nos transporta al Chicago de 1940. Un talento para crear escenarios que recuerda en cierta medida al exhibido por Grady Hendrix en sus obras. En seguida sentiremos el hedor del humo de los cigarrillos y el pulso eléctrico de las bombillas y los neones. La implacable nieve se nos pega a la piel mientras seguimos a Helen por los sombríos callejones de la ciudad, siempre buscando lo oculto. Que en este caso, tiene un doble significado.
El mundo oculto de la ciudad son los grupos de hechiceros, como la Hermandad de la Brújula de la que Helen fue expulsada. Son grupos cerrados, celosos de sus secretos y reacios a aceptar nuevos miembros. Ellos habitan con naturalidad el saber que las criaturas sobrenaturales existen y la magia es posible. Pero sus conocimientos son ajenos para la mayoría de los habitantes de Chicago. De hecho, lo infrecuente de sus dones es lo que convierte a Helen, una auspex experta en augurios, en una codiciada profesional en su campo.
Pero los hechiceros no son los únicos que se ocultan del mundo. En los suburbios de la ciudad, lejos de la mirada de los moradores de Chicago, existen lugares secretos. Espacios como el Wink, que sirven como tapadera y punto de reunión para los marginados: para personas como Helen, Edith y otras muchas mujeres homosexuales. Los magos se ocultan a la vista del público para no compartir sus secretos. Los disidentes deben permanecer ocultos para no terminar siendo internados en sanatorios mentales donde «curar su desviación».
El modo en el que C. L. Polk juega con esta dualidad de lo oculto permite construir, desde lo fantástico, un retrato bastante cercano a cómo era vivir fuera del canon tradicional a mediados del siglo XX. Todo un ejercicio de aproximación histórica que nos permite ver cuánto hemos avanzado, sí. Pero también lo sencillo que sería retroceder de vuelta a las sombras, allí donde es fácil dar caza a los más vulnerables, que es precisamente lo que hace el Vampiro de la Ciudad Blanca.
Y es que, a menudo, basta con ostentar el poder suficiente para convertirse en un monstruo. Y aquellos que, ciegos en su soberbia, creen perseguir un objetivo elevado, son quienes con mayor facilidad se sienten legitimados para actuar sobre otros sin compasión. Así lo hacen los psiquiatras sobre sus pacientes, los maridos sobre sus esposas y los criminales sobre los repudiados por la sociedad a causa de sus errores.
Así pues, Aunque ya supiera el final se nos revela, pese a su brevedad, como una novela con múltiples capas. Una lectura aconsejada para un público que guste de las historias de investigación, pero también del poso sobrenatural. Si andáis buscando un libro que os mantenga anclados al sillón, esta podría ser la lectura que andáis buscando. Pues al contrario de lo que el título pueda sugerir, el final no está tan claro como uno pudiera pensar al emprender su viaje junto a Helen.
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