En 2017 veía la luz a través de las interfaces de Netflix la primera adaptación animada del conocido videojuego Castlevania. Apenas 4 episodios que presentaban una serie divertida y violenta, reverencial hacia el material original, pero que se quedaba escueta. En 2018, vería la luz una segunda temporada, que ampliaba su duración hasta los 8 episodios. La estructura de la temporada fue más sólida, pero no del todo acertada, dado que el tramo medio era algo soporífero y existía demasiada acción metida a calzador. Sin embargo, en esta tercera entrega, tanto Adi Shankar como Warren Ellis y Sam Deats, productor, guionista y director respectivamente, parecen haber dado con la tecla correcta.
La tercera entrega de Castlevania, que ha visto la luz el pasado 5 de marzo en Netflix, se ha vuelto mucho más ambiciosa y espectacular. Una entrega que se alarga hasta los 10 episodios, todos en torno a los 25 minutos de duración, que ponen en foco sobre la construcción de los personajes y el lore de su universo para dejar un poco de lado la acción desenfrenada y sin sentido de las anteriores entregas. Cuatro hilos narrativos que transcurren en paralelo y dan continuidad a los hechos acontecidos en las dos temporadas anteriores, que adaptaban directamente Castlevania III: Cute of Darkness, estableciendo elementos esenciales dentro de la cronología que siguen los videojuegos.
MÁS DURACIÓN, MENOS REVOLUCIONES
Situados un mes después del clímax final en la segunda entrega, vemos como todos los personajes principales de la serie buscan un camino diferente ahora que Drácula no existe. Trevor Belmont y Sypha Belnades emprenden un viaje de aventuras por varios pueblos, tratando de liberar al mundo de las tenebrosas criaturas de la noche que los asolan. Alucard, custodio y guardián del castillo de su fallecido padre, pasa los días en soledad hasta que dos aprendices le visitan. Isacc, emprendiendo su camino desde el vasto desierto al que Drácula le envió, va arrasando ciudades y haciéndose con un ejercito a base de sus habilidades como forjador. Por último, Carmilla continua junto a sus hermanas cerrando sus planes de dominación mundial.
La tercera temporada de Castlevania se va forjando a si misma como la más absorbente hasta el momento. Los frentes abiertos se van explorando con calma, con detalle, centrando el foco en dar fondo a sus protagonistas y antagonistas mientras el lore de su vasto universo se va viendo reforzado. La tensión va in crescendo constante, acentuado por el punto de vista múltiple de la trama, que se siente adecuado debido a la trascendencia de sus conversaciones. En esta entrega prima el dialogo sobre la acción, en un alarde de reflexión e inteligencia que habla sobre la propia naturaleza humana en su mayor parte. El atractivo se incrementa cuando en su versión original escuchas a Richard Armitage, Theo James, Jason Isaacs o Bill Nighy poniendo las voces.
CASTLEVANIA: VIOLENCIA, SANGRE Y SEXO
Tranquilos, seguidores de Castlevania, la violencia, sangre y sexo de su mundo siguen ahí. En ningún momento la serie olvida sus señas de identidad. La acción, en los momentos necesarios, vuelve a ser tan salvaje y violenta como siempre. El clímax final, acontecido en los dos últimos episodios de la tanda, es una orgía de sangre y sexo como pocas se hayan visto hasta el momento en animación. Es más, diría que el aspecto técnico se ha cuidado incluso más que antes para dar mayor disfrute y rienda suelta a estos momentos.
La animación ha mantenido la calidad de las temporadas anteriores. Para bien, y para mal. El diseño, la paleta de colores y las escenas de acción son una completa barbaridad y maravilla para la vista. Sin embargo, existen momentos puntuales donde la serie luce tal estatismo que puede llegar a desconcertar. No lo hará si ya vienes de las temporadas anteriores, y es probablemente una de las mayores pegas de su animación 2D. Sin embargo, si eres fanático de animes como Ninja Scroll o Vampire Hunter D, encontrarás aquí esos mismos combates intensos repletos de fantasía oscura que tanto os gustaban. En eso, Power Animation Studios cumple con creces.
¿Y AHORA QUÉ?
El décimo episodio de esta tercera temporada es una promesa. Una promesa de lo que está por venir. Las fichas se han colocado en el tablero de juego, las jugadas están marcadas y todo debe continuar. No todas las líneas argumentales tienen la trascendencia y relevancia de las otras, es verdad, pero la tercera temporada de Castlevania se ha esmerado por que no olvidemos a ninguno de ellos. Está claro, serán claves en el futuro. También, en ofrecer ciertos cimientos sobre los que encarrilar el rumoreado Bootleg Multiverse que el productor Adi Shankar quiere llevar a cabo, adaptando varios videojuegos como Devil May Cry, Assasins Creed o Hyper Light Drifter. Si tienen esta calidad, que cuenten conmigo.
1 comment
¡Buena critica de la serie! Sin embargo hay que corregir un dato, las dos primeras temporadas adaptaban el juego Castlevania III: Dracula’s Curse, de 1989. Curse of darkness es otro juego, de PS2 y la Xbox Original, en 2005.