El universo creado por Richard Morgan en la literatura regresa a Netflix con la segunda temporada de Altered Carbon. Takeshi Kovacs estrena nueva funda en Altered Carbon 2 para volver a sumergirse en los barrios más bajos y más altos de la ciudad, abriéndose camino entre criminales, revolucionarios y mats.
Esta segunda temporada cambia por completo el tono de la primera —cuyo análisis y comparativa con la obra original podéis encontrar en el N3 de Windumanoth—. La trama policial se reemplaza por una serie de acción que mezcla la épica espacial con el cyberpunk. El Último de las Brigadas tendrá que enfrentarse a los fantasmas de su pasado —esta vez más reales que nunca—, a la Gobernadora y al Protectorado para encontrar a su mentora y amante, Quellcrist Falconer.
UN RUMBO DIFERENTE
Takeshi Kovacs regresa al mundo de Harlan, su planeta natal, y acaba como principal sospechoso del asesinato del mat al que por contrato debía proteger. Este entorno se vuelve mucho más salvaje que la Tierra que veíamos en la primera temporada. Los mats con altos cargos del planeta comienzan a ver peligrar sus vidas por primera vez en mucho tiempo. Ni las copias de seguridad de los recuerdos están a salvo para ellos.
Así, Altered Carbon 2 nos presenta al coronel Iván Carrera, enviado por el Protectorado para encontrar al asesino, y a la Gobernadora de Harlan, que trata de aprovecharse de la ayuda externa recibida mientras intenta ocultar sus secretos a la misma.
Kovacs contará con la ayuda de Poe, la inteligencia artificial que ya vimos en la primera temporada, y de Trepp, la mejor cazarrecompensas del planeta. Juntos buscarán a la antigua amante del mercenario, Quell Falconer, mientras huyen de la justicia y tratan de encontrar la verdad.
PERSONAJES: EN LA SIMPLEZA ESTÁ LA GRANDEZA
Sin embargo, el número de nuevos secundarios no enriquice la calidad narrativa. La mayoría de los personajes son sencillos y el dramatismo que el guion se esfuerza en mostrar en algunas ocasiones no está bien llevado. Hay un intento fallido por mostrar buenos arcos de desarrollo y conflictos internos.
En la primera temporada, teníamos el dinero como principal motor de Takeshi Kovacs. Por eso quizá resulte extraño ver ahora a un personaje mucho más sentimental y emocional, con el juicio nublado, cuya motivación es reencontrarse con el amor de su vida. Una descripción que contrasta demasiado con el mercenario despiadado que un día conocimos.
De este tipo de incoherencias narrativas tampoco se libra Trepp. La mejor cazarrecompensas del planeta es una persona demasiado bondadosa para haberse labrado una reputación a base de balazos y puñetazos. Como no podía ser de otra manera, al final, descubrimos que hay una razón honorable para hacer lo que hace.
Otros personajes —como Poe, la IA Dig 301 y Quell— son también protagonistas de algunos acontecimientos o conflictos dramáticos un tanto desacordes. La serie no sigue los pasos necesarios para desarrollar las subtramas dramáticas y solo quedan diálogos que tratan de subir la intensidad emocional de la historia.
Los personajes que mejor funcionan son los más estereotipados, aquellos que se aprovechan de su sencillez, que la exprimen. Secundarios como el coronel Iván Carrera, la gobernadora Danica Harlan y Tanaseda Hideki son ejemplos de ello. El primero, militar frío e implacable, fiel a sus principios y su deber. La segunda, política maquiavélica, inteligente y estratégica. El tercero, honesto consigo mismo, en paz con sus pecados y hombre de honor. Personajes rígidos y también sencillos, pero que se presentan correctamente. Reconocemos su escala de valores y su personalidad de inmediato, en su primera aparición en pantalla.
Por este motivo la temporada brilla más cuando reconoce su simplicidad y fracasa en los momentos en que pretende ser lo que no es.
ALGUNOS FALLOS NARRATIVOS EN ALTERED CARBON 2
La serie arrastra también uno de los problemas más evidentes de la primera temporada: los fallos argumentales. A veces los recuerdos que se extraen de las pilas corticales se visualizan en primera persona, como la lógica nos indica, pero otras veces lo hacen en tercera persona. Los hologramas de las IAs levantan las manos cuando alguien entra con un arma, los personajes más buscados se mueven por la ciudad con naturalidad y los edificios de alta seguridad demuestran ser muy poco efectivos en sus barreras antintrusos. Asimismo, en los primeros capítulos vemos cómo se pueden obtener los recuerdos de las pilas corticales y en los últimos vemos cómo torturan físicamente personajes con el fin de obtener información.
LO MEJOR DE ALTERED CARBON 2
Pero no todo van a ser inconvenientes. Los finales abruptos de los capítulos siempre dejan con ganas de más y, aunque algunas veces la trama se desarrolle de forma un poco irregular, está llena acontecimientos y giros de guion interesantes, especialmente a partir del cuarto capítulo.
La producción continúa siendo excepcional. Los espacios abiertos y luminosos de la primera temporada se sustituyen por un ambiente más opresivo y oscuro. Logra así imitar la estética del género cyberpunk de la obra original, con barrios de aspecto deprimente y tugurios con más chatarra que alta tecnología. A esto hay que sumarle unos efectos especiales a la altura y unos combates que, a pesar de abusar ocasionalmente de la cámara lenta, se han decantado más por la coreografía que por los cortes de cámara.
Además, algunas localizaciones, como el Mercado de Almas y el Círculo, remarcan —aunque no profundizan— las ideas antisistemas del autor de las novelas y sirven como fútil crítica al liberalismo y al capitalismo.
¿Y LA CIENCIA FICCIÓN?
Quizá lo más decepcionante en esta tanda de capítulos de Altered Carbon 2 es que se haya dejado de lado la ciencia ficción. Más allá de las ubicaciones, la estética y los conceptos de la primera temporada, nos encontramos con demasiados hechos que rozan lo espiritual y metafísico. La enfermedad neurodegenerativa de una inteligencia artificial, la manipulación de la tecnología a través de la fuerza mental, la destrucción de mundos virtuales, los enfrentamientos casi metafísicos… Vemos representaciones más propias de obras de fantasía que de la ciencia ficción.
Esto no supondrá un problema a aquellos que busquen una serie de acción, pero sí lo hará para los amantes de la ciencia ficción más dura. No obstante, el universo continúa siendo el mismo que en la primera temporada y volverá a enamorar a aquellos que ya conquistó.
En definitiva, la segunda temporada de Altered Carbon se consolida como una serie de acción entretenida. Igual que la primera, no profundiza en la filosofía subyacente al universo de las pilas corticales en las novelas, pero hay que recordar que se trata de una adaptación. Para conocer la otra cara de Takeshi Kovacs, están disponibles en las librerías las dos primeras novelas: Carbono modificado y Ángeles rotos.
