
Ant Timpson, director de ‘Bookworm’, película estrenada en el festival de Sitges.
Mildred, niña precoz y lectora empedernida, retoma el contacto con su padre ausente, un mago de baraja y conejo en la chistera en franco declive, con el fin de demostrar la existencia de una bestia propia de la criptozoología neozelandesa. A pesar de que las acampadas no son lo suyo, juntos vivirán grandes aventuras. De esta forma Elijah Wood vuelve a los paisajes de la Tierra Media (Nueva Zelanda) protagonizando Bookworm, una comedia entrañable e imaginativa, con ese aroma agridulce y a veces melancólico, que comparte genealogía con films de los ochenta como Cuenta conmigo (1986). Su director, Ant Timpson, un hombre tan alto y corpulento como afable es su aspecto, estuvo con nosotros durante la 57ª Edición del Festival de Sitges y nos descubrió algunas de las claves de su último rodaje.
¿Qué le atrajo tanto de la leyenda sobre la Pantera de Canterbury para hacer una película sobre ella?
Yo era un niño de los 70 y crecí creyendo en leyendas y mitos urbanos. Estaba obsesionado con el Bigfoot y además pensaba que las arenas movedizas me tragarían vivo todos los fines de semana mientras jugaba en la naturaleza. Así que tenía sentido rendirle un homenaje a esa mirada infantil que todavía conservo. ¿Cuál fue el problema? Nueva Zelanda carece de mitologías sobre animales fantásticos, razón que nos llevó a decidirnos por el tema de la pantera. Os sorprendería saber hasta qué punto el gato gigante de Canterbury es real para muchos neozelandeses. Todos los años hay decenas de avistamientos.
¿Investigó las historias locales y los testimonios de los habitantes antes de concebir la historia? Si es así, ¿qué le sorprendió de esos testimonios?
Sí, investigué y le hice llegar los resultados a Toby, nuestro guionista. Conocí a algunos lugareños en el área que tuvieron sus propios encuentros con panteras y parecían muy plausibles. Pero ¿sabes qué? Como estamos tratando con un mito nada me impedía hacer lo que quisiera con él. Me sorprendió sobremanera comprobar que cuando preguntábamos a la gente sobre el tema siempre respondían de manera muy creíble. Hablamos de agricultores y trabajadores de la zona, sin que ninguno de los cuales tuviera nada que ganar exagerando o mintiendo.

Supuestas fotografías de «La Pantera de Canterbury» en la pared de Mildred.
¿Cómo influyeron sus experiencias, inquietudes o miedos personales en la narrativa de Bookworm?
La principal inspiración para la película fue el miedo a ser padre y no dar el paso adecuado en un momento de crisis. Siempre necesito algo personal con lo que pueda conectar en mis películas, porque de lo contrario rodar se convierte en un trabajo durísimo. Verás, una vez tuve unas vacaciones desastrosas, y cuando se suponía que yo debía estar ahí para ayudar y resolver la situación, básicamente entré en pánico y tuve que llamar a los servicios de emergencia para que vinieran a rescatarnos. Lo confieso, para mí ese recuerdo fue muy castrante y sentí que era una excusa perfecta para una comedia negra. Así nació ese miedo singular que tanto Toby como yo tenemos a trabajar en un entorno salvaje, al tiempo que contamos una historia sobre dos bichos raros, un padre y su hija, obligados a estar juntos por las circunstancias.
¿Cómo fue el proceso de selección de los actores y actrices?
Bueno, el papel fue escrito directamente para Elijah Wood, así que habría sido una mala noticia si él nos hubiera dado plantón. Imposible imaginarme a ningún otro interpretando este tipo de personaje. Y para Mildred, pasé por un proceso de audición de más de 300 niños hasta encontrar a la actriz adecuada. Nell Fisher está simplemente increíble. Supimos que todo iba a encajar desde las primeras reuniones de Zoom, donde ya se pudo apreciar la extraordinaria química existente entre ellos dos.
Tu película tiene la estructura de las narrativas de iniciación en las que los niños o adolescentes emprenden un viaje hacia la maduración como adultos. Sin embargo, parece que es el padre quien realmente madura en esta aventura. Es una idea interesante, ¿cómo surgió?
Es realmente una película dual sobre la mayoría de edad donde los roles están algo invertidos. Simplemente pensamos que la dinámica y el humor serían interesantes al colocar en este viaje una mente adulta en un cuerpo de niño y una mente de niño en un cuerpo de adulto. Ambos cambian durante el periplo y poco a poco se vuelven más cercanos, a medida que van derribando las fachadas que ambos soportan. Al final del trayecto, los despojamos del artificio y llegamos a su verdadero estado emocional.

Elijah Wood y Nell Fisher.
¿Cuál es el papel del entorno natural en la trama de la película?
Es otro personaje principal de la narrativa. Quería que el entorno y el paisaje tuvieran tanto impacto en el juego emocional como lo mismos protagonistas. En ese sentido, era de vital importancia dedicar el tiempo necesario a elegir las ubicaciones adecuadas para lo que buscábamos evocar. En gran medida estas decisiones tenían que ver con razones egoístas y nostálgicas que nunca dejaron de resonar en mí. Era fundamental que tuviéramos la sensación de un verdadero viaje en la naturaleza y no de una mezcolanza artificial de decorados falsos y algunas ubicaciones.
¿Qué desafíos enfrentaste durante el rodaje de la película?
Filmar con horarios limitados para los niños, trabajar con animales vivos y pasar demasiadas horas en zonas apartadas son los tres grandes NO del cine. Es decir, son los problemas que todo el mundo intenta evitar. Y ¿sabes qué? Nosotros nos enfrentamos a todos ellos. De verdad que el rodaje supuso un desafío: el mero hecho de filmar y transportar el equipo en áreas remotas ya es muy difícil… Y luego, no saber si al día siguiente va a estar nevando o quizá el sol nos va a hacer el rodaje imposible. Era como una moneda al aire. Desde luego, fue una pesadilla logística, ¡pero todos hicimos piña sufriendo ese trauma!
Después de haber estado inmerso en el supuesto hábitat de la pantera, ¿crees que realmente existe o ha existido?
Totalmente. Creo de corazón que es descendencia de una pantera original de mediados del siglo pasado, que milagrosamente se ha reproducido con otros grandes gatos en estado salvaje.
¿Ha habido alguna reacción o interés especial de la comunidad de Canterbury (o del público neozelandés en general) por esta película?
Sí, la comunidad y toda la gente del sur nos han apoyado mucho; incluso crearon un pastel para nosotros inspirado en la pantera que llegó a estar a la venta. De hecho, Elijah comió muchos pasteles de carne mientras estuvo en Nueva Zelanda. Ya lo creo.
¿Qué esperas que los espectadores se lleven después de ver la película?
Espero que sigan soñando como el niño que alguna vez fueron. De verdad, no dejéis que eso muera nunca, porque la vida se va volviendo muy difícil a medida que envejeces. Aférrate a esos recuerdos, cuando eras joven y nada era tan grave. Y… Ah, se me olvidaba: no le hagáis pasar un momento difícil a vuestros padres.
Si disfrutas de Windumanoth, te invitamos a valorar el apoyarnos en Patreon, puedes hacerlo desde tan solo 1 € al mes. Echa un vistazo a nuestras recompensas y considera unirte al grupo de amigos que hacen posible que este proyecto exista.