Dark y los viajes en el tiempo: ¿un final digno?

by Daniel Izur
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Todos los finales definen, en gran medida, las historias que los preceden. Quizá por eso tantas series han quedado marcadas para siempre por sus cierres decepcionantes o insatisfactorios. Sin destripar nada, adelantamos que Dark sí cierra sus tramas, conecta todos los sucesos y resuelve la mayoría de sus misterios. Y eso es todo un reto para una ficción de viajes en el tiempo y bucles temporales tan ambiciosa, pero… ¿hace el final justicia al resto de la serie?

DarkDark es una serie alemana que abarca los géneros de suspense, drama y fantasía —o ciencia ficción, según a quién se pregunte—, creada por Jantje FrieseBaran bo Odar. Su primera temporada se estrenó en Netflix el 1 de diciembre de 2017 y dio rienda suelta a decenas de teorías que elucubraban sobre su final. Este verano, Dark ha cerrado el círculo y completado la triqueta con su tercera y última temporada.

Una persona puede hacer lo que desee, pero no puede elegir lo que desea.

En este artículo, comentaremos los aciertos y desaciertos de esta ficción que seguramente será recordada. Y, por supuesto, hablaremos del final sin destripar nada. La serie se presenta como un rompecabezas que enreda tiempo, determinismo, espacio y eterno retorno en el pueblo de Winden. Un rompecabezas que no encaja todas sus piezas hasta el último capítulo de la tercera temporada. Pero, antes de eso, remontémonos a su principio —si es que en Dark hay un principio—, a esa soga que se cierra en torno al cuello de Michael Kahnwald y a los ciclos infinitos por los que pupulan los habitantes de Winden.

EL PRINCIPIO DE DARK

Dark comienza con tres sucesos trágicos: el suicidio de Michael Kahnwald y las desaparaciones de Erik Obendorf, un adolescente, y Mikkel Nielsen, un niño de once años. Jonas —hijo de Michael Kahnwald y expareja de Martha, la hermana mayor del niño desaparecido— se adentra en las cuevas que conectan el bosque con la central nuclear para averiguar qué pasó la noche de la desaparición de Mikkel. Entonces aparecen los viajeros, divididos en dos bandos que luchan entre sí para hacerse con el control del tiempo y crear un mundo nuevo, sin mal y sin dolor. Aunque, para eso, tienen que evitar el origen, tienen que salvar a Michael Kahnwald.

¿Pero es este el principio? ¿Se puede establecer el punto de partida en un círculo, en una esfera, en la cinta de Moebius? ¿Cuál es el desencadenante de todo? ¿Y si el futuro alcanza al pasado igual que Uróboros se muerde su propia cola? ¿Y si el todo es el infinito sin principio ni fin?

EL ESPACIO Y EL TIEMPO EN DARK

Dark plantea todas esas preguntas a través de una visión determinista del mundocomo el Dr. Manhattan en Watchmen—, donde todas nuestras acciones están predefinidas por nuestras decisiones pasadas y nuestro entorno, a su vez predefinidos por todo aquello que los precede. «Una persona puede hacer lo que desee, pero no puede elegir lo que desea», muestra en pantalla el primer fotograma de la tercera temporada, citando a Arthur Schopenhauer.

Si conociéramos nuestro futuro, ¿elegiríamos otro camino, evitando nuestro destino? ¿O el hecho de conocerlo nos conduciría a tomar las decisiones que nos condenan a ese mismo futuro? ¿Realmente somos libres?

La filosofía que subyace bajo la historia de Dark, las preguntas que plantea y el enfoque que da a los viajes en el tiempo —tan atípico en las superproducciones de este subgénero— son toda una apuesta y lo más interesante de la serie. Incluso se acerca en algunas ocasiones al horror cósmico en la primera temporada.

Además, no se queda anclada en lo más básico de su propuesta, sino que, a medida que avanzan las tramas, enreda cada vez más las conexiones entre pasado y futuro y da lugar a paradojas temporales que los creadores de la serie encajan como las piezas de un reloj.

Si conociéramos nuestro futuro, ¿elegiríamos otro camino, evitando nuestro destino? ¿O el hecho de conocerlo nos conduciría a tomar las decisiones que nos condenan a ese mismo futuro? ¿Realmente somos libres?

El mayor problema de la metafísica de Dark son las numerosas explicaciones a través de monólogos en off o de diálogos entre personajes. Explicaciones abruptas con el ritmo que mezclan teorías científicas aceptadas con pura elucubración. Ni originales ni rebuscadas: conceptos sobre el universo y la física cuántica que intentan sonar intelectuales.

Dark pretende ser demasiado filosófica. Aprovecha los viajes en el tiempo y las situaciones dramáticas para soltar frases vacías que intentan ser profundas. Que si los déjà vu son un error en la matriz, que si lo que sabemos es solo una gota y lo que ignoramos es un océano, que aunque esté ciego y loco veo más que los cuerdos videntes, que si somos partes de un todo infinito o piezas en un tablero de ajedrez. Frases que, además, se repiten hasta la saciedad utilizando las mismas palabras o, de vez en cuando, algún sinónimo.

UNA PRIMERA TEMPORADA LIOSA

Como acabamos de comentar, la filosofía de los viajes en el tiempo se explica con suficiente claridad —demasiada, en algunas ocasiones—, por lo que no supone un problema de entrada a la hora de sentarse delante de la pantalla.

Todo está tan bien atado que la trama principal y el enredado temporal camuflan todos los problemas mencionados.

La dificultad a la hora de empezar a ver Dark reside en el número de personajes y sus relaciones. Diferentes épocas y árboles genealógicos que pueden convertirse en un dolor de cabeza con el primer visionado. Si eres un recién llegado a la serie, desde aquí recomendamos empezar con una guía de los personajes —de la primera temporada para evitar destripes, eso sí— o ir apuntando nombres y apellidos en una libreta para descubrir por uno mismo los árboles genealógicos.

La segunda temporada mitiga estos fallos, puesto que ya se conocen la mayoría de los personajes y, la tercera temporada, a pesar de dar un giro de guion que cambia por completo las tornas, es la menos caótica.

PERSONAJES POCO DESARROLLADOS

Dark cuida con mimo las subtramas que la componen y le da una razón de ser a cada una. Todas están entrelazadas a través de los caminos que desgarran el espacio-tiempo y de sus personajes. Personajes que, por desgracia, no cuida lo suficiente. Hay tantos secundarios que en menos de treinta capítulos que el tiempo de metraje para cada uno resulta escaso.

A Dark ni siquiera le da tiempo para desarrollar a sus protagonistas. Quiere contar demasiado con muy poco. Un ritmo más lento para dejar espacio a la carga dramática, la reflexión y los arcos evolutivos de los personajes le habría sentado muy bien a la obra, aunque la habría alargado, quizá, más de la cuenta. No a todos los espectadores les gusta el ritmo lento.

EL FINAL DE DARK

La tercera temporada de Dark cierra completamente la trama principal y resuelve los misterios y las conexiones que los creadores han sembrado a lo largo de las dos primeras temporadas. Ahora bien, ¿cómo se acaba con un bucle infinito?

El final de Dark es arriesgado y, sin duda alguna, una diana para las malas críticas. Esta temporada revela muchos secretos satisfactoriamente, pero también incluye ciertos giros de guion que pueden defraudar a más de un espectador. Al contrario que sus dos predecesoras, cuenta muy poco en demasiado tiempo de metraje. Abundan más que nunca los diálogos vacíos y las explicaciones repetitivas antes mencionadas. Algunos personajes vagan de aquí para allá con la única razón de resolver un misterio o meter relleno. Por primera vez, Dark parece ser más de lo mismo.

Dark

Aun así, la serie responde a todas las preguntas y demuestra lo bien planificado que estaba todo desde el principio. Podría haberse contado de otra forma que no resultara tan repetitiva para el espectador y haberse centrado más en el desarrollo de los personajes en algunas ocasiones, pero todo está tan bien atado —salvo algunas licencias que es imposible no tomarse en una historia tan compleja— que la trama principal y el enredado temporal camuflan todos los problemas mencionados.

Dark, en definitiva, es una serie que se debería recordar por la valentía de su entramado. No deja personajes inolvidables, pero sí una esencia propia, un recuerdo todo lo que el tiempo implica en el pueblo de Winden y la desaparición de Mikkel Nielsen.

Dark

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1 comment

Cristóbal 31 julio 2020 - 10:38

Totalmente de acuerdo con la reseña.

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