Que los años 80 fueron una época dorada para el género fantástico es alguien que nadie duda. Terror, fantasía y ciencia ficción coparon el panorama artístico durante esos años. Y no solo a nivel literario. Los ochenta llenaron la pequeña y la gran pantalla de historias de fantasía. Gracias a ello, pudimos disfrutar de grandes títulos como Willow, Pesadilla en Elm Street o Blade Runner. Títulos que aún hoy se proyectan en festivales de cine como el de Sitges.
El éxito cosechado acabó contagiando también a los noventa, momento en que la fantasía se coló en nuestro hogares a través del televisión. ¿Quién no recuerda con nostalgia a las brujas hermanas de Embrujadas? ¿Y quién no quiso ir con Buffy Cazavampiros a limpiar el mundo de monstruos?
NOSTALGIA DE LOS 80
Siendo este un periodo tan prolífico, no sorprende que se haya convertido en la madre inspiradora del género fantástico en décadas posteriores. Y esta es una tendencia que se ha mantenido hasta nuestros días. Tanto es así, que los ochenta están siendo utilizados como el escenario ideal para nuevas producciones. La más reconocida de ellas es la exitosa serie de Netflix Stranger Things.
Pero no solo nuevas historias han germinado a la sombra de esos maravillosos años. La añoranza ha convertido los ochenta en un terreno óptimo para los remakes. A nivel cinematográfico, ya estábamos acostumbrados a este fenómeno. Numerosos films de los ochenta han sido reversionados y/o recuperados. Entre los más recientes encontramos la nueva versión de Ghostbusters (2016).
Ahora parece que el hambre de remakes ha llegado también a las series de televisión. Y con bastante buena acogida por parte del público. Un ejemplo de ello es el retorno de Sabrina a nuestros televisores. Las aventuras de esta icónica bruja adolescente, que nos enamoraron en los años noventa, vuelven a seducirnos en una versión renovada y más oscura.
A ella se le han sumado otros dos títulos de gran calibre. Por un lado, la nueva versión de Embrujadas (HBO). Por el otro, la recuperación de un clásico animado de culto. She-Ra y las princesas del poder regresó a finales de 2018 a través de Netflix.
Pero estas no serán los últimos remakes de grandes obras de animación del siglo pasado. Entre ellas, han sido ya anunciado un remake CGI de Los Caballeros del Zodiaco. Y la adaptación a carne y hueso de Cowboy Bebop, anime de gran repercusión internacional y clásico del género.
¿Qué espolea esta deriva de contar una y otra vez las mismas historias? Tal vez el factor nostálgico sea la causa principal. O el deseo de adecuar un producto de éxito a las nuevas generaciones. Lo que está claro es que todos estos remakes de fantasía gozan de bastante éxito entre el público. Aún cuando no se ajustan a las expectativas generadas.
REMAKES DE FANTASÍA PARA EL FUTURO
El afán por recuperar el disfruta de la infancia es un factor poderoso. Y productoras como HBO, la cadena ABC o la misma Netflix no están dispuestas a perder la ocasión de satisfacer las ansias de retorno a los ochenta de sus espectadores. Por este motivo, todas ellas se han lanzado a adaptar una larga lista de series de culto de décadas pasadas.
Y en el terreno del fantástico, Netflix se ha coronado como la reina de los remakes. No solo apuesta por la fantasía adaptando obras como la saga de Geralt de Rivia. También se vuelca en la recuperación de joyas olvidadas. Y lo hace notar recuperando a la mítica El Cristal Oscuro. En esta ocasión, en forma de precuela de la historia contada en 1982.
Esta serie de televisión, protagonizada en su momento por marionetas muy realistas, será estrenada próximamente a través de la plataforma. Y contará con un reparto de gran calibre internacional. De momento hemos gozado de las primera imágenes de la producción. La expectación por parte de los fans y la crítica está servida.
¿Cuántas más historias de los 80 y 90 se sumarán a esta tendencia? ¿Qué otros títulos acompañarán a los ya mencionados? Son preguntas cuya respuesta aún está por ver. Lo que está claro es que la tendencia del remake se ha afianzado con firmeza. De modo que a nadie sorprenderá que los próximos años queden regados de antiguas obras de culto recuperadas.