Título: Tormenta creciente
Autor: Cavan Scott
Traductora: Gema Bonnín Sánchez
Editorial: Planeta Cómic
Año de edición: 2022
Encuadernación: Rústica con solapas
Extensión: 530 páginas
Precio: 22 euros (papel)
La nueva era de Star Wars que nos está llegando con las novelas y cómics de The High Republic nos ha trasladado unos 200 años antes de la trilogía de precuelas para mostrarnos la edad dorada de la galaxia. Una época de gloriosa de expansión para la República y el apogeo de la Orden Jedi, pero no por ello libre de sus propias amenazas. Algo que nos mostró la novela que lo inicia todo, Luz de los Jedi de Charles Soule (que ya reseñamos por aquí), donde se destapaba la amenaza de los violentos Nihil dispuesto a arrasar tanto con la República como los Jedi gracias a la guía del misterioso Marchion Ro.
The High Republic sigue expandiéndose con Tormenta creciente, novela escrita por Cavan Scott que nos lleva alrededor de un año después de los sucesos vividos en Luz de los Jedi. Tras la aparente derrota de la mayor parte de la flota Nihil, la galaxia cree que la amenaza ha pasado, aunque los Jedi siguen enfrentándose con grupos de estos violentos saqueadores de vez en cuando y todavía tienen que lidiar con la expansión de la temible plaga Drengir.
Sin embargo, la República ha preparado una gran celebración en el planeta Valo para demostrar que la luz y el orden imperan, un lugar del Borde Exterior al que se dirigen todos los personajes de Tormenta creciente. Aunque la obra de Scott tiene una variada galería de personajes, su trama se centra principalmente en cuatro protagonistas. Dos de ellos ya nos son conocidos gracias a la anterior novela: el maestro jedi Elzar Mann, al que desde el final de Luz de los Jedi persiguen las visiones de una destrucción futura pero que ahora trata de mantenerse centrado en su misión de coordinar la seguridad de la Feria de Valo; y el padawan Bell Zettigar, que tiene que lidiar con la pérdida de su antiguo maestro, Loden Greatstorm al que todos dan por muerto desde la batalla contra los Nihil.
A estos se unen otras dos caras nuevas de la Alta República: el maestro Stellan Gios, miembro del Consejo Jedi, que por su carisma ha sido elegido como «relaciones públicas» de la orden para acompañar a la Canciller Lina Soh a la Feria de Valo; y la misteriosa Ty Yorrick, una mujer con un rudimentario entrenamiento jedi pero que se dedica a vagar por la galaxia cazando todo tipo de monstruos y que acabará contratada como guardaespaldas para acudir al planeta Valo.
Stellan Gios. Arte de Mike Mayhew.
La Feria de Valo es una especie de «exposición universal» galáctica que pretende mostrar a los habitantes del Borde Exterior los beneficios de pertenecer a la pujante República Galáctica. Por supuesto, este festivo evento se ofrece como una fruta demasiado tentadora para los Nihil, deseosos de dejar bien claro que son ellos los que verdad dominan esa parte de la galaxia. Además, la mismísima canciller se encuentra allí y sus enemigos están dispuestos a arriesgarlo todo para dar un golpe mortal a la República, los jedi y lo que estos representan.
En el lado de los villanos sigue destacando Marchion Ro, que inicia la novela con una interesante expedición al planeta helado Rystan, a un misterioso santuario donde parece que pretende conseguir algo con lo que sacar ventaja a los jedi en la guerra que se avecina. Aunque sigue siendo una figura que atrae la atención del lector por sus secretos y personalidad, Ro cede gran parte de su protagonismo durante el resto de la novela a sus Jinetes de la Tempestad, los tres Nihil que parecen dispuestos a empezar a poner entredicho su liderazgo y están desarrollando sus propios planes para sustituirlo.
Arte de Jama Jurabaev
La novela tiene un arranque potente gracias a una jugoso inicio donde se presenta una gran escena de acción, que se va entremezclando con las dificultades personales y emocionales a las que tienen que hacer frente Mann y Zettigar, así como con las presentaciones de las tramas de Gios, Yorrick y Marchion Ro. Poco después de este primer tercio la presentación de la exótica Feria hace que se pierda parte del ritmo y la tensión, haciéndonos una presentación del evento que para mi carece de mucho interés en la trama salvo por el interesante desarrollo de Elzar Mann; afortunadamente, desde su ecuador, la acción desbocada ocupa todo lo que resta de novela, lo que vuelve a Tormenta creciente mucho más ágil y agradecida de leer.
Scott juega con todos esos personajes para ir saltando continuamente de unos a otros, haciendo malabares con unas tramas que se entrecruzan todas durante los sucesos de Valo y que también tienen varios guiños a otras novelas juveniles de The High Republic que ocurren al mismo tiempo. Sin la variedad de lugares y ambientaciones que nos ofrecía Luz de los Jedi, Tormenta creciente es mucho más contenida y previsible. No obstante, una vez estalla la acción se vuelve lo suficientemente entretenida para llevar al lector de forma más que dinámica por sus diversas tramas. Todo ello desemboca en un final abrupto y abierto que pretende dejar al lector con el suficiente interés para llegar a la tercera novela que cerrará esta primera etapa de The High Republic: The Fallen Star, de Claudia Gray (todavía pendiente de anuncio de publicación en español por Planeta Cómic).
TORMENTA CRECIENTE: CONCLUSIONES
Tormenta creciente sigue desarrollando The High Republic centrándose principalmente en el conflicto con los despiadados Nihil, y llevándonos hasta la Feria de Valo, donde la canciller pretende mostrar a todo el Borde Exterior los beneficios de pertenecer a la gloriosa República Galáctica. Los jedi se enfrentarán a un nuevo y peligroso desafío donde deberán confiar en su unidad y sus habilidades con la Fuerza para proteger a los débiles e inocentes, y salvar así el sueño de una República que sirva para mantener la paz. Con un inicio muy interesante, durante su segundo tercio la presentación de la Feria de Valo hace que la trama de Tormenta creciente se vuelve más anodina, pero una vez se desata la acción la novela de Scott conserva un ágil e intenso ritmo que mantiene al lector más que entretenido hasta su desenlace. Un final quizá demasiado brusco que pretende dejar al lector pendiente de los importantes cambios que se producen, y que pueden cambiar el equilibrio de poderes entre la República, los Jedi y los Nihil en las historias por venir de The High Republic.
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