Los héroes de la ficción rara vez caminan solos. En su viaje les acompañan amigos, mentores… E incluso villanos tratando de entorpecerles. ¿Pero qué ocurre con los animales de fantasía? Muy pocas veces se repara en estos personajes, a menudo silenciosos. Y sin embargo, nuestros héroes favoritos fracasarían muchas veces de no ser por ellos.
Gatos, perros, caballos, todo el espectro de bestias fantásticas… Es a ellos a quienes nos referimos bajo esta etiqueta genérica de animales de fantasía. A todo ese amalgama de animales o criaturas carentes de los rasgos propios de las razas humanoides. Seres que, a pesar de ello, son personajes con identidad y personalidad propia. Y en no pocas ocasiones, tan inolvidables como los héroes a quienes acompañan.
ANIMALES DE FANTASÍA: MASCOTAS Y FIELES COMPAÑEROS
Cuando pensamos en compañeros no-humanos, la primera imagen que nos viene a la cabeza son mascotas. Animales, domésticos o salvajes, que sirven de compañeros a nuestros héroes. Por causa de esta relación, tan simpáticas criaturas a menudo se ven arrastradas por sus humanos hacia aventuras y peligros de todo tipo.
Así ocurre por ejemplo con Toto, el perrito de Dorothy (El mago de Oz). Al igual que su dueña, el animal es arrastrado por un tornado mágico hacia el extraño mundo de Oz. Pese a los terribles peligros que allí les acechan, el simpático perrito permanece siempre al lado de su ama, dispuesto a ayudar.
Y es que todo el mundo necesita una fiel mascota a su lado. Inclusive las grandes guerreras como Maudra Fara, matriarca de los gelfling del clan Stonewood (Cristal Oscuro). Pocas veces se ha visto a la luchadora lejos de Baffi, un fizzgig tuerto y con muy malas pulgas. El peludo animalito, semejante a un perro, es compañero inseparable de la Mauda. Y posiblemente el más fiero de los guerreros de Stone in the Wood.

Verano velando a Bran Stark (HBO)
Actitud parecida hacia sus dueños muestran los lobos huargo que acompañan a los hijos de la familia Stark. Estos inteligentes animales luchan con valor para proteger a sus compañeros humanos. La relación que George R. R. Martin describe entre lobos y humanos es muy estrecha. Tanto, que los huargos no dudan en desgarrar gargantas para proteger a sus compañeros. O a seguirlos hacia lugares tan inhóspitos como las tierras Más Allá del Muro.
El vínculo entre huargos y Stark recuerda en parte a los lazos que los magos establecen con sus familiares. Esto es: animales (o demonios zoomorfos) que acompañan a brujas y magos. Y resulta imposible hablar de este grupo sin hacer mención a Salem, el gato negro que acompaña a Sabrina en sus aventuras. Si bien en la adaptación de Netflix, el papel del familiar quedó algo relegado.
También podemos considerar familiares famosos a la lechuza Hedwig o al gato Crookshanks, compañeros de Harry y Hermione respectivamente. Ambos animales tuvieron un papel destacado en la saga escrita por J. K. Rowling. Y de no ser por su ayuda y sacrificio, muchos misterios habrían quedado sin resolver.
EL CABALLO, TODA UNA TRADICIÓN FANTÁSTICA
Mención aparte merecen los caballos dentro de este grupo de compañeros no-humanos. Los duetos formados por jinetes y monturas son tan populares, que ya eran famosos durante la Edad Media. Y esta tradición se ha mantenido en la fantasía, dando lugar a parejas indivisibles de humano y équido.
Por citar algunos ejemplos, tenemos a Bree y Shasta (El caballo y el muchacho), protagonistas de la tercera novela de Las Crónicas de Narnia, de C. S. Lewis. O a Geralt de Rivia y Sardinilla. Si bien caso del brujo, de quien disfrutamos actualmente en pantalla, es algo particular. A lo largo de los libros, Geralt ha variado de montura: pero el nombre se ha mantenido. Así que si bien “Sardinilla” han sido muchas, el dúo brujo-yegua es inalterable. Por último, en historias más recientes, también encontramos binomios de equino y jinete. Mezen, el protagonista de El Arcano y el Jilguero de Ferran Varela, mantiene una estrecha relación con su caballo.
Aunque no solo los chicos pobres o los héroes errantes precisan montura. Incluso Gandalf, el mago más conocido de la Tierra Media, contó con la ayuda del meara Sombragrís, un caballo de pelaje plateado.
ANIMALES DE FANTASÍA: ANIMALES FANTÁSTICOS, LOS MEJORES ALIADOS
En otra categoría encontraríamos a los seres fantásticos. A diferencia de las mascotas, las criaturas de esta categoría pueden estar dotadas del don de la palabra. O ser su nivel de inteligencia superior al de cualquier otro animal.
Entre los grandes compañeros fantásticos destacan especialmente los dragones, sobre quienes hablamos en nuestro N5. No son pocos los héroes que se han visto acompañados en sus viajes por estas nobles criaturas. ¿Quién no recuerda a Temerario, el dragón negro creado por Naomi Novik, entrevistada en el N7? ¿O a Fújur, el dragón de la Suerte de La Historia Interminable? No es una relación que sorprenda. La figura del jinete de dragón está muy presente dentro del imaginario colectivo. En parte alimentada por películas icónicas de fantasía, como Dragonheart o la más moderna trilogía Cómo entrenar a tu dragón. El deseo es comprensible. A fin de cuentas, ¿quién no querría viajar a lomos de estos animales de fantasía?

Fawkes en el despacho de Albus Dumbledore
Pero no solo estos titanes voladores son buenos compañeros. En la saga de Harry Potter aparecen toda una colección de criaturas mágicas que establecen lazos de amistad con los personajes. Así sucede con Fawkes, el fénix defensor de Albus Dumbledore. O con Buckbeak, el orgulloso hipogrifo al que Harry y Hermione salvaron de un trágico destino.
También dentro de los animales de fantasía encontraríamos a otro compañera icónica del género de los años 90. Hablamos de la pantera astral Guenhwyvar, acompañante del drow Drizzt Do’Urden. Este felino, que viaja entre planos, mantiene una estrecha relación con Drizzt, a quien considera más un amigo que un amo. Su vínculo es estrecho y resulta innegable que el personaje creado por R.A. Salvatore no habría salido airoso en muchas ocasiones sin su ayuda.
MÁS QUE COMPAÑEROS NO HUMANOS, PARTE DE UNO MISMO
El último bloque de compañeros no-humanos lo capitalizan seres que no pueden considerarse animales como tal. Se trata más bien de criaturas que proyectan la esencia del héroe. Acompañantes que son en realidad parte del humano con quien viajan.
Puede que los daimonions sean los máximos referentes de este vínculo. Estas criaturas creadas por Philip Pullman para La Materia Oscura son la representación corpórea del alma humana. En el mundo del autor, adaptado a la pantalla por HBO, cada persona nace y es acompañada durante su vida por un daimonion. Cuando los humanos son pequeños, sus daimonions mutan. Y no se establecen en una forma fija hasta que el niño madura.

Los personajes de La Materia Oscura con sus daimonions (HBO)
Así, aunque el daimonion es la parte espiritual de la persona, son entidades propias. Muestra de ello es que tienen nombre y un carácter definido. Esto les permite interactuar y razonar con sus humanos, tal y como hace Pan con Lyra. Sin embargo, precisamente porque están ligados a las personas, no es posible considerarlos mascotas.
Otro lazo muy parecido a este es el que puede trabarse entre los animagos/cambiapieles y su forma animal. La bestia en la que mutan no es un ser en sí, sino parte del propio ente. Con todo, la fusión entre humano y criatura no es completa. Esto hace posible que las dos consciencias del ser puedan tomar decisiones autónomas. A veces, esta mente bifurcada puede ser una herramienta útil para el héroe. Pero en otros casos, deriva en serios conflictos. Por ejemplo, pelear por el dominio del cuerpo que comparten, como sucede entre ciertos tipos de licántropos.
Un ejemplo más sano de esto es la relación son los miembros de la Tríada. Los protagonistas de Memorias de Idhún establecen con sus espíritus sobrenaturales una extraña convivencia. Si en un inicio nacieron como consciencias separadas, actualmente viven en fusión casi completa. De este modo, los héroes pueden invocar a su parte animal para que les preste sus poderes.
Con todo, a excepción del caso de los daimonions, estas relaciones suelen conllevar problemas de convivencia. Y es que compartir cuerpo con otro ser no siempre es sencillo. Ni siquiera cuando el ser es un parásito mutante plenamente fusionado con su huésped, como pasa con Venom, villano de Spiderman. La lucha por el dominio del cuerpo es permanente.
Pero sean parte del alma del héroe, aliados temporales o mascotas, estos personajes resultan fascinantes. No sería justo despreciar sus capacidades. Pues como acabamos de ver, muchas de las grandes historias de fantasía perderían parte de su esencia sin esos compañeros no-humanos.
¿Cuál de estos compañeros no humanos es tu favorito? ¿Nos hemos dejado alguno?
Imagen destacada: Arte de Cristi Balanescu
2 comments
Que alegría ver que aparece el caballo Susurro de “El arcano y el jilguero” en este artículo. 🙂
Ojos de noche, el lobo que acompaña a Traspié de la trilogía de los Vatídico de la.autora Robin Hobb.