Título: Duramadre
Autor: Víctor Sellés
Editorial: Obscura Editorial
Año de edición: 2021
Extensión: 288 páginas
Encuadernación: rústica con solapas
PVP: 17,90 € (papel) / 4,20 € (ebook)
INTRODUCCIÓN
En su nueva novela, Víctor Sellés salta de la Galicia rural de Lengua de pájaros al sofocante verano madrileño. Duramadre narra los particulares viajes de redención de Lorena y su abuelo, al que conocemos solo como el Viejo, y la evolución de su relación. Todo ello con tintes de novela negra en la que anda suelto un asesino en serie.
ANÁLISIS
Después de maravillarme con la anterior novela de Víctor Sellés, tenía unas ganas locas de hincarle el diente a Duramadre. El autor, que repite con Obscura Editorial, ha ampliado sus horizontes y crecido como escritor, si bien conserva una serie de temáticas y una voz propia, como veremos a continuación.
Fijémonos primero en sus protagonistas: Lorena y el Viejo. Una nieta y un abuelo distanciados por el paso del tiempo y los rencores familiares, que apenas se conocen y se ven forzados a convivir. Con solo unas pinceladas sobre ellos, parecemos conocerlos de toda la vida, pero nada más lejos de la realidad, pues, a medida que avanza la novela, descubrimos más y más matices y capas.
Comparten un sentimiento de culpa, uno de los temas centrales de Duramadre. En el caso de Lorena, por la desaparición de su hermano pequeño. En cuanto al Viejo, por su pasado como matón de cierta organización criminal.
A ellos se añade un tercero en discordia, a quien podríamos definir (con matices) como el antagonista de esta historia: el asesino en serie que Víctor Sellés nos presenta como el Diablo. ¿Quién es y qué motivaciones lo mueven?
Esto nos lleva a hablar de la dualidad, una de las obsesiones del autor, y a su particular forma de tratarla en esta novela. No solo la representan Lorena y el Viejo, sino también la idea de un universo espejo, en este caso el onírico, la vida y la muerte, la realidad y la ficción…

Víctor Sellés
La particularidad de Duramadre es que presta un especial interés a los espacios liminales, como aquellos que se encuentran en un punto indeterminado entre la vida y la muerte. Un claro ejemplo de ello es que, en esta obra, la ficción tiene una influencia clara en la realidad, como se observa en la práctica de la tulpamancia por parte de Lorena o en la multitud de referencias pop que afectan a la vida y al comportamiento de la joven. De este modo, las fronteras se desdibujan y las dos caras de la moneda se convierten en una sola.
Por último, quisiera mencionar que en esta novela existe una serie de lugares con poder: el Museo, el Templo, las escenas de crímenes… Esta idea ya estaba presente en Lengua de pájaros, pero en esta ocasión se trata de escenarios urbanos u oníricos en lugar de ancestrales.
DURAMADRE: CONCLUSIÓN
Como ya he dicho, Víctor Sellés ha evolucionado como escritor. En Duramadre, sigue desarrollando las ideas que ya conocíamos de su anterior novela, mientras introduce otras nuevas que dan una interesante vuelta de tuerca a la historia. Esta obra no solo engancha desde el principio, también hace reflexionar sobre los límites de la realidad. Sin duda, una de mis mejores lecturas del año.