Título de la obra: Los santos de sombra
Autor: Gareth Hanrahan
Editorial: Gamon Fantasy
Traducción: David Tejera Expósito
Año de edición: 2022
Extensión: 640 páginas
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta
PVP: 24€ (papel) / 8,64€ (digital)
Una calma tensa se respira en la ciudad de Guerdon tras los acontecimientos que tuvieron lugar en La plegaria de la calle. Una parte de la ciudad se ha transformado y se avecinan elecciones en un territorio teóricamente neutral en la guerra entre Ishmere y Haith, dos naciones alrededor de Guerdon que ven a la ciudad como una carta ganadora a la hora de conseguir inclinar la balanza hacia la victoria.
Para quien llegue algo despistado a esta reseña merece la pena recordar que Los santos de sombra es la segunda parte de la trilogía de título El legado del hierro negro escrita por el irlandés Gareth Hanrahan. Una historia que se inició con la anteriormente mencionada primera parte que reseñamos en nuestra revista y cuyo final es lo suficientemente autoconclusivo como para que el lector quede satisfecho y pueda tomar una decisión sobre si continuar la lectura con las siguientes entregas. Existe una tercera entrega, ya publicada en inglés, cuya publicación esta prevista en castellano también por el sello Gamon Fantasy para 2023 con el título de El dios caído.
LOS SANTOS DE SOMBRA: ELECCIONES A LA VISTA
Los santos de sombra se sitúa unos meses después de los eventos finales de la primera novela. Unos sucesos que alteraron, entre otras cosas, la morfología de Guerdon. Todo ello en un contexto que ya se avecinaba en el anterior libro: una guerra de la que apenas escuchábamos ecos en aquellas paginas y que ahora toma protagonismo con crudeza y situaciones que llevan a los personajes a tomar decisiones en aras de la victoria para su bando. Hablando de personajes, por las páginas de la novela veremos algún cameo de algunos de los que aparecieron en la primera parte. Y hasta aquí puedo escribir al respecto, de cara a no desvelar ciertas sorpresas.
La novela propone tres nuevos puntos de vista con respecto a La plegaria de la calle. Alguno como Eladora nos es conocido ya que aparecía como secundario en la primera entrega. Sin embargo, los otros dos nos permiten conocer a los dos bandos enfrentados. Terevant y el Espía representan facciones con ánimo de influencia en las elecciones que van a tener lugar en Guerdon ya que su resultado podría ser clave para ganar una guerra cuya duración se extiende mas de lo previsto por ambos lados. De su mano conoceremos la estructura social, religión y ambiciones de las regiones de Haith e Ishmere, respectivamente.
Uno de estos nuevos puntos de vista, el Espía, merece un párrafo aparte en esta reseña ya que para mi gusto es el personaje más interesante del libro y cuyas apariciones siempre resultan imprevisibles y, por momentos, caóticas. Se trata de un personaje cuyo nombre bien podía ser Alic, Sanhada Baradhin o X84, en función de los intereses que necesitara para cada momento de la historia, pero siempre con idéntico aspecto físico. Decisiones que lo ponen en riesgo en muchas ocasiones y que lo obligan a llevarse moralmente la contraria en ciertos instantes de la novela dando un juego especial en el desarrollo de sus capítulos.
UNA NOVELA MAS POLÍTICA QUE LA PRIMERA ENTREGA
Los santos de sombra se estructura en una primera mitad con gran carga política. Allí veremos a los personajes intentando influenciar a ciertos estratos de la sociedad a la hora de lograr la victoria en las elecciones. Corrupción, chantajes o secuestros son el día a día en las calles y bajos fondos de la ciudad cuya estabilidad a todos los niveles, tanto físico como social, se encuentra en entredicho.
En la segunda parte, Hanrahan vira la mirada a la crudeza de la guerra y nos muestra el enfrentamiento a pie de calle y naval entre ambas facciones, con la aparición decisiva de los santos que dan título a la novela, capaces de canalizar a un dios con sus propios poderes y alteración física. La fecha de los comicios está cada vez más cercana y sus resultados se prevén inesperados por lo que la tensión se va acrecentando. La acción se acelera, las decisiones se precipitan y las consecuencias son tan grandes que obligan a la novela a terminar con un notable cliffhanger que abre la puerta a la siguiente entrega de la saga.
He intentado resumir todo el mundo que Hanrahan plantea en esta segunda novela en apenas unos párrafos y aun así tengo seguro que me he dejado una buena cantidad de detalles por contar. En este sentido, la construcción del mundo que el autor hace sigue siendo abrumadora en el buen sentido. Una vez has leído la primera entrega sabes a que atenerte con esta segunda y para nada decepciona.
Gareth Hanrahan
PARTICULAR NARRATIVA, DISTINTOS PERSONAJES
Sigo teniendo problemas con la narración que hace Hanrahan de los eventos, un aspecto que ya comentaba con respecto a la primera novela. Sigue sin resultarme tan fluida como la que estamos acostumbrados y no termino de adaptarme a ella. Tengo una sensación continua de irregularidad a la hora de describir lo que esta pasando, con momentos muy detallados y otros mas superficiales que no terminan de ayudar a engancharme a la narración.
Por otro lado, he hablado mucho de uno de los nuevos personajes, el de el Espía, pero poco de Terevant o Eladora. Y esto es principalmente porque estos dos personajes me han resultado mucho más planos y comunes ya no solo en comparación con el tercero en discordia sino también con los carismáticos personajes de la primera novela.
Los santos de sombra reincide en muchos de los aspectos positivos que tenia la primera entrega de la serie e incluso los amplia. Sin embargo, algunos de los que para mi gusto no lo eran tanto se mantienen lo que hace que esta larga lectura no termine de conquistarme como era mi expectativa. Las novelas de Hanrahan siguen siendo un gran juego de rol en forma de novela lleno de dioses, seres de ultratumba y alquimia a la que ahora añadimos una dosis de política y batallas navales y terrestres para cerrar una completa obra que debe ser leída si te gustó La plegaria de la calle.
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